Este viernes, se celebrará la junta general de accionistas de Iberdrola, en la que se votarán varias iniciativas, entre ellas el nuevo programa de retribución flexible al accionista, el pago de un dividendo complementario a cuenta 2017 y los últimos cambios en su consejo de administración, entre otros 13 asuntos incluidos en el orden del día […]
Dirigentes Digital
| 13 abr 2018
Este viernes, se celebrará la junta general de accionistas de Iberdrola, en la que se votarán varias iniciativas, entre ellas el nuevo programa de retribución flexible al accionista, el pago de un dividendo complementario a cuenta 2017 y los últimos cambios en su consejo de administración, entre otros 13 asuntos incluidos en el orden del día del encuentro. Concretamente, la junta votará la puesta en marcha de dos nuevos aumentos de capital, de 1.310 millones de euros y 1.140 millones, para facilitar la puesta en marcha del nuevo programa “Iberdrola Retribución Flexible”, que permite a los accionistas elegir la forma en la que recibir su dividendo, ya sea en efectivo o con acciones.
Vinculado a este plan de retribución, también debe aprobarse una reducción de capital a través de la amortización de un máximo de 198 millones de acciones de la sociedad, que suponen el 3,08% de su capital. Además, la junta tiene que volver a habilitar al consejo de administración para la recompra de acciones.
En el capítulo de nombramientos, está prevista la reelección como consejera independiente de Georgina Kessel, ex directora del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos de México. Además, se aprobará la sustitución de Braulio Medel por el ex embajador de EEUU ante la Unión Europea, Anthony Gardner, que desde el año pasado es también consejero independiente de la filial británica de Iberdrola, ScottishPower.
La junta de accionistas de la energética también tendrá que dar su visto bueno a los informes de gestión social y actuación del consejo de administración de 2017, a las cuentas anuales del ejercicio pasado, en el que la compañía ganó 2.804 millones, y al reparto a los accionistas del pago complementario de un dividendo de 0,183 euros brutos por acción el próximo mes de julio.
En total, la remuneración a los accionistas alcanzará los 0,323 euros brutos por título, un 4,2% más que la remuneración mínima prevista para 2017, tras incluir un dividendo de 0,14 euros por acción que fue entregado el pasado mes de enero como parte de la segunda edición del programa de retribución flexible.
Más allá de estos temas, planea la renovación del mandato de Ignacio Sánchez Galán al frente de la compañía, de la que es consejero delegado desde 2001 y presidente ejecutivo desde 2006. El dirigente, de 67 años, quiere permanecer al mando al menos hasta 2023, cuando finalice la aplicación del Plan Estratégico 2018-2022 de Iberdrola, presentado el pasado mes de febrero.
Según varios medios, Ignacio Sánchez Galán habría contactado ya con los principales accionistas foráneos de la compañía para asegurarles que su intención es la de continuar como presidente más allá de 2019, cuando termina oficialmente su mandato, garantizando la continuidad de su estrategia empresarial.
En el trasfondo, subyace la cuestión del relevo generacional, un tema que Galán no quiere tocar todavía pese a ocupar los dos principales cargos de Iberdrola. Esta actitud está en línea con otros dirigentes que continúan en su puesto rebasada la edad de jubilación, como Francisco González en BBVA o Florentino Pérez en ACS, sin un sucesor claro.