Las autoridades monetarias se quedan sin "munición", apuntan algunos expertos. Otros advierten que se ha ido demasiado lejos en la flexibilización monetaria. Mientras, hay analistas que consideran que hace falta algo más: inversión, incentivos impositivos… de los que pueden para terminar de apuntalar la recuperación. De momento, Japón, Corea o Canadá han escuchado estas ‘voces’ […]
Dirigentes Digital
| 06 sep 2016
Las autoridades monetarias se quedan sin "munición", apuntan algunos expertos. Otros advierten que se ha ido demasiado lejos en la flexibilización monetaria. Mientras, hay analistas que consideran que hace falta algo más: inversión, incentivos impositivos… de los que pueden para terminar de apuntalar la recuperación.
De momento, Japón, Corea o Canadá han escuchado estas ‘voces’ y han anunciado planes de estímulo fiscales, mientras que los economistas del equipo de research de Bank of America Merrill Lynch creen que es probable que Estados Unidos y Reino Unido ‘sigan sus pasos’.
Medidas, explican estos expertos, que "deberían beneficiar a la renta variable mundial, no sólo directamente a determinados sectores con menos impuestos y más gasto, sino también por su impacto en la mejora del crecimiento y la confianza". Y, añaden: "Incluso sin que se esperen grandes estímulos, estas políticas sigue dando un pequeño apoyo al PIB en la Zona Euro y China".
Este tipo de ayudas, subraya la firma, "puede ayudar a mantener la productividad y el potencial, con inversión en infraestructuras y simplificando los esquemas tributarios, en un momento en el que el crecimiento se ha ralentizado notablemente en todo el mundo".
Sí, hay riesgos, reconocen, pueden ser planes mal diseñados o supeditados a intereses personales, pero este tipo de casos son puntuales, más que intrínsecos.
"Con las rentabilidades globales a la baja, nunca ha sido tan barato para los Gobiernos financiar infraestructuras de transporte o información, o impulsar programa de formación y educación", señalan estos analistas. Al tiempo que, "cualquier presión inflacionaria derivada aunque sea de modestas distensiones fiscales serían bienvenidas".
Pero también, y sobre todo, hay beneficiarios: "La forma más discutida de estímulos fiscales (inversión adicional en infraestructuras públicas) debería devolver los grandes beneficios a los sectores industriales, de materiales y energía, con efectos secundarios potenciales en otros. Mientras que el gasto en defensa o salud también ayudaría a este tipo de negocios".
Coincide Allianz Global Investors al afirmar que "para que la renta variable siga subiendo hace falta algo más que un ‘simple’ estímulo monetario. Valoraciones razonables (como observamos en Europa o los emergentes en general), un flujo regular de ingresos (argumento a favor de las estrategias de dividendo y de selección de productos de spread) y un crecimiento (y perspectivas) sólido es más importante en el largo plazo".