Tras las gasolineras low cost, sin apenas personal, en EEUU acaba de nacer una nueva versión de estación de servicio a domicilio o, más bien, a vehículo. Empresas creadas, en algunos casos, por jóvenes recién graduados ofrecen un servicio innovador: repostar combustible allí donde nos encontremos. Es el sueño de los despitados, de los olvidadizos que […]
Dirigentes Digital
| 05 may 2016
Tras las gasolineras low cost, sin apenas personal, en EEUU acaba de nacer una nueva versión de estación de servicio a domicilio o, más bien, a vehículo. Empresas creadas, en algunos casos, por jóvenes recién graduados ofrecen un servicio innovador: repostar combustible allí donde nos encontremos. Es el sueño de los despitados, de los olvidadizos que se quedan en "reserva" casi sin darse cuenta.
Startups como Filld, WeFuel, Yoshi, Purple y Booster Fuels han comenzado a operar en algunas ciudades de EEUU, como San Francisco, Los Ángeles, Palo Alto, Nashville, Tennessee y Atlanta, según publica Bloomberg.
Filld, una startup creada hace 18 meses ya cuenta con miles de clientes en Silicon Valley y planea iniciar su servicio en San Francisco con tres camiones de reparto a la 1:00 de la tarde. El problema, y no es "baladí", es que no está permitido que una camioneta circule cargado de combustible y pare en cualquier sitio para "repostar" a otro vehículo. El problema de la seguridad es un escollo importante para este negocio. "Nunca puedes pedir permiso, nadie te lo dará", dijo Chris Aubuchon, máximo responsable de Filld.
Pero como suele suceder, el fenómeno va en aumento y la legislación tarde o temprano tendrá que llegar. De hecho, los bomberos de Los Ángeles están elaborando una política en torno a la entrega de gasolina. "Nuestro actual código de incendios no permite este proceso; sin embargo, estamos estudiando una forma en la que esto se pueda permitir, pero con ciertas restricciones", dijo el capitán Daniel Curry, portavoz del departamento de bomberos de la ciudad.
Yoshi, la empresa que ofrece el servicio en San Francisco, fue fundada por dos MBA de Harvard, un exestudiante de derecho de Harvard y un exinvestigador médico de Stanford. La startup también opera en Nashville y en Atlanta.
Booster Fuels cuenta con 12 millones de dólares en financiación y grandes camionetas de color púrpura que pueden transportar casi 4 mil litros de gasolina. También está WeFuel, que puso en operación sus dos primeras camionetas en enero en las zonas de Mountain View, California, Los Altos, Palo Alto y Menlo Park y actualmente está desarrollando una tecnología para notificar a la empresa cuando un cliente se está quedando sin combustible.
Purple tiene una flota de unos 80 vehículos circulando en las inmediaciones de Los Ángeles, San Diego, el condado de Orange y Seattle con hasta media docena de contenedores de gasolina de casi 20 litros en el maletero. "Queríamos dar una alternativa a los conductores para evitar las gasolineras, algo así como si estuvieran solicitando un vehículo Uber o Lyft", asegura Bruno Uzzan, máximo dirigente de la compañía.