Morningstar acaba de publicar su quinto Informe sobre Flujos Globales (Global Asset Flow Report) que examina los flujos de los fondos y ETFs a nivel mundial. Alina Lamy, analista de la firma, recuerda que 2016 fue un año de modesto crecimiento en todo el mundo, con una mayor incertidumbre debido en parte a eventos políticos […]
Dirigentes Digital
| 08 mar 2017
Morningstar acaba de publicar su quinto Informe sobre Flujos Globales (Global Asset Flow Report) que examina los flujos de los fondos y ETFs a nivel mundial. Alina Lamy, analista de la firma, recuerda que 2016 fue un año de modesto crecimiento en todo el mundo, con una mayor incertidumbre debido en parte a eventos políticos extraordinarios. De hecho, los flujos mundiales en estos productos se redujeron en 2016 desde el billón de dólares en 2015 hasta los 728.000 millones a nivel mundial. “Los inversores están reaccionando a este entorno turbulento volviendo a lo básico, buscando activos con menos riesgo, posicionando sus carteras ante la expectativa de subida de tipos de interés, o vendiendo acciones después de un período significativo de subidas”, recuerda la experta. El informe refleja además cómo más específicamente, “las estrategias de renta fija registraron los mayores flujos a nivel mundial en 2016 y los fondos de materias primas experimentaron una alta tasa de crecimiento orgánico, con los mayores flujos de entrada a la categoría de metales preciosos”. Desde Morningstar destacan a través de varios gráficos las principales conclusiones del informe: El patrón de flujos por categorías difiere notablemente de 2015. En 2016, las categorías que recibieron los mayores flujos fueron la de renta fija y la de monetarios con flujos de 412.000 millones y 196.000 millones de dólares, respectivamente. En 2015, quien recibió los mayores flujos fue la renta variable, con 346.000 millones, seguido por los mixtos, con 167.000 millones de dólares. En términos de tasas de crecimiento orgánico, la categoría de materias primas experimentó el crecimiento más rápido el año pasado, con un 25,7%. Vanguard ha seguido dominando la industria de gestión de activos el año pasado, impulsado por la creciente popularidad de las estrategias de índice. Con entradas netas de 317.000 millones de dólares, le sigue BlackRock / iShares con entradas netas por valor de 154.000 millones de dólares. La firma que creció más rápidamente en el top 10 fue State Street, que registró una tasa de crecimiento orgánico de 12,5% en 2016. En general, las gestoras que ampliaron sus líneas de productos para incluir ETFs y fondos índice han salido beneficiadas, mientras que aquellas que se centran en la gestión activa tradicional han sufrido, como Franklin Templeton que registró reembolsos netos de unos 72.000 millones de dólares el año pasado. En EEUU los fondos de índice atrajeron 492.000 millones de dólares en 2016. Los fondos de gestión activa, en fuerte contraste, sufrieron salidas de 204.000 millones de dólares. En las regiones asiática, transfronteriza y europea, sin embargo, los flujos activos superan a los pasivos. La mayor discrepancia entre flujos activos y pasivos se produjo en el grupo de renta variable, con 390.000 millones de dólares de flujos positivos en las estrategias pasivas y 423.000 millones de dólares de flujos negativos en las activas. Los fondos de renta fija, cuanto a ellos, recibieron suscripciones netas positivas tanto en las estrategias pasivas como activas a nivel mundial. Los activos de los ETFs continuaron creciendo, alcanzando la cifra de 3,6 billones de dólares a nivel global a finales de 2016, indicando que los inversores son cada vez más sensibles a los costes.