Giro de Italia: negocio ‘sobre ruedas’

Este viernes arranca la edición número 99 del Giro de Italia. Lo hace con una contrareloj en Apeldoorn (Holanda) y termina el 29 de mayo (21 etapas en total) en Turín. Que el arranque de la competición no sea en Italia es una muestra del deseo de la empresa organizadora RCS Sport por internacionalizar la ronda, como ya ocurre por ejemplo con el Tour de Francia. 

Que alguna etapa del Giro se celebre fuera de Italia es algo que ocurre cada ciertos años, ya que lleva dentrás un gran trabajo contractual. Teniendo en cuenta ejemplos anteriores, de media cuesta unos 4,5 millones de euros organizar una etapa de la ronda, sin embargo, la repercusión económica que tiene en el territorio puede superar por mucho esta cuantía.

En el año 2014, el Giro de Italia arrancó en Irlanda del Norte, dejándo unos 3 millones de euros en el lugar. Además, los visitantes a esta cita superaron las 150.000 personas y creció de manera notable el negocio del ciclismo (se vendieron más bicicletas, se organizaron otras carreras, etc). También hay que tener en cuenta la visibilidad que se da a la ciudad de cara al turismo potencial, ya que todas las etapas de la competición italiana se retransmiten por televisión en prácticamente todos los países de Europa, América Latina y Estados Unidos.

400.000 euros para el ganador

En cuanto a la cuantía económica que reciben los corredores, el Giro de Italia es la segunda mejor remunerada, por debajo del Tour de Francia y encima de la Vuelta España. El corredor que consigua enfundarse la ‘Maglia Rosa’ en Turín, se embolsará 379.170 euros. El ciclista que gana una etapa, recibe por su parte unos 11.000 euros. A esto hay que sumar la cuantía de otros premios, ya que también se remunera la clasificación por equipos, la regularidad, el mejor en la montaña y el más combativo.