China y el petróleo nos dieron ya un buen susto el pasado verano. Después, la decepción por las medidas del Banco Central Europeo (BCE), la ‘no intervención’ de la OPEP y la subida de tipos de la Reserva Federal (Fed) pusieron las espadas en alto en diciembre. La mezcla de los temores pasados, a la […]
Dirigentes Digital
| 12 feb 2016
China y el petróleo nos dieron ya un buen susto el pasado verano. Después, la decepción por las medidas del Banco Central Europeo (BCE), la ‘no intervención’ de la OPEP y la subida de tipos de la Reserva Federal (Fed) pusieron las espadas en alto en diciembre. La mezcla de los temores pasados, a la que se suman ahora las preocupaciones por el sector financiero han creado el coctel perfecto para el risk-off en el mercado y la huida hacia refugios seguros.
La pérdida de confianza que se ha propagado en los últimos meses es tal, que al mercado poco le importa que analistas y gestores sigan apostando por el respaldo que suponen los bancos centrales, la recuperación cíclica en marcha en Europa, la fortaleza de Estados Unidos, la capacidad del gigante asiático de evitar lo peor y, por ende, de estabilización de emergentes y commodities.
Así, por ejemplo aunque los economistas macro de Goldman Sachs siguen siendo positivos respecto a los fundamentos de sus seis top trades para 2016, lo cierto es que la firma ha cerrado cinco de ellos.
En concreto, su posicionamiento largo en dólar frente a una cartera de igual peso de euro y yen (con una pérdida potencial cercana al 5%); también los largos en deuda a diez años estadounidense (breakeven de la inflación); y en el peso mexicano y rublo frente a cortos en rand sudafricano y peso chileno (pérdida potencial aproximada del 6,6%).
Aunque mantienen su apuesta por emergentes expuestos a la "demanda externa", frente a valores bancarios; cierran la que "enfrentaba" a la deuda de Italia y Alemania a cinco años. Finalmente, dejan también su recomendación de grandes bancos de Estados Unidos en relación con el S&P 500.
Recuerda la firma que estas recomendaciones tácticas cuentan con sus stop-loss correspondientes para cubrirse de la elevada volatilidad como la actual, y que, una vez cerrada la posición, se reformula el racional que la sustentaba planteando nuevos escenarios de recuperación.
Charles Himmelberg, estratega jefe de crédito, matiza que tenemos menos problemas sistémicos de los que el mercado de crédito está descontando, pero reconoce que "una vez han hecho acto de presencia, pueden derivar en la ‘profecía autocumplida’ y serán difíciles de revertir". De mantenerse estas preocupaciones "serán un nuevo viento en contra del crédito y de los activos de riesgo en general".