Los informes financieros de la entidad son considerados por muchos como la "Biblia" de las finanzas, su recomendaciones de compra o venta han hecho que muchos valores repunten o se hundan en Bolsa; es uno de los principales responsables del debut en los mercados de muchas compañías (entre ellas, Alibaba). La influencia del banco de […]
Dirigentes Digital
| 29 sep 2014
Los informes financieros de la entidad son considerados por muchos como la "Biblia" de las finanzas, su recomendaciones de compra o venta han hecho que muchos valores repunten o se hundan en Bolsa; es uno de los principales responsables del debut en los mercados de muchas compañías (entre ellas, Alibaba). La influencia del banco de inversión es enorme.
Por eso, y tras años de no tener una regulación clara al respecto, Goldman ha tomado medidas internas para evitar incompatibilidades en el futuro. A partir de ahora, sus banqueros no podrán hacer inversiones a título personal. Hasta la fecha, los empleados sólo tenían que pedir permiso de forma individual.
Casualmente, esta normativa entra en vigor al mismo tiempo que Carmen Segarra, antigua supervisora de la Reserva Federal (Fed), presenta una demanda después de que en el año 2012 fuera despedida según afirma Bloomberg. En las mismas fechas en que fue despedida, Segarra había presentado un informe sobre la Goldman en que sacaba a la luz los conflictos de interés de la entidad. La exsupervisora de la Fed asegura que fue apartada de su puesto por negarse a pasar por alto el asunto. El tema sigue sin investigarse.
Una historia de excesos
Goldman Sachs ha sido, a su pesar, uno de los protagonistas de la crisis. En 2010, la Comisión del Mercado de Valores (la SEC, por sus siglas en inglés), acusó a la entidad de fraude por las operaciones que realizó con deuda estructurada vinculada a hipotecas basura. Es decir, por encender la mecha que provocó la debacle financiera.
Tras la demanda civil, Fabrice Tourre, vicepresidente de Goldman, declaraba ante el Subcomité de Investigaciones del Senado poco después para afirmar que no había engañado a los inversores.
Por otra parte, los principales directivos de la firma también tuvieron que rendir cuentas ante el Senado de Estados Unidos donde, una vez más, negaron cualquier conducta delictiva con sus inversiones. "Ni especulamos con el mercado inmobiliario ni, por supuesto, apostamos contra nuestros clientes", afirmó en abril de 2010 Lloyd Blankfein, presidente de Goldman.