Hace solo unos días, Google anunciaba el lanzamiento de su nueva calculadora hipotecaria gratuita. Para acceder a ella, el usuario solo ha de escribir "calculadora de hipotecas" en el motor de búsqueda e instantáneamente aparece un cuadro con varios espacios a rellenar con el plazo, el importe o el tipo de interés del préstamo, manualmente […]
Dirigentes Digital
| 10 feb 2015
Hace solo unos días, Google anunciaba el lanzamiento de su nueva calculadora hipotecaria gratuita. Para acceder a ella, el usuario solo ha de escribir "calculadora de hipotecas" en el motor de búsqueda e instantáneamente aparece un cuadro con varios espacios a rellenar con el plazo, el importe o el tipo de interés del préstamo, manualmente o a través de una orden de voz. Así, la herramienta, que aún tardará unos días en poder ser usada desde España, es capaz de calcular la cuota mensual y el coste total de un préstamo hipotecario.
Pero la noticia, más que en la creación de la herramienta (un servicio muy sencillo que solo permite cálculos genéricos y que es posible encontrar en otras páginas), está en que el gigante tecnológico haya vuelto a pisar territorio financiero. Cabe recordar que solo en los últimos años ha comprado el 7 % de la gran empresa de créditos P2P Lending Club, ha creado Google Wallet, ha empezado a conceder créditos a sus clientes de Inglaterra y Estados Unidos para que compraran su publicidad, e incluso empezó a permitir enviar dinero por correo electrónico a través de Gmail a los usuarios estadounidenses.
Mientras tanto, también otros gigantes como Amazon o Apple han dado pasos de gigante en cuanto a pagos online, y empresas como Paypal, Arboribus o Bitcoin han cubierto nichos de mercado lanzando servicios como pagos, créditos, o transferencias, tradicionalmente asignados a la banca.
BBVA, Santander y La Caixa saben que el futuro pasa por las tecnológicas
Las entidades bancarias son muy conscientes de que estas compañías les pisan los talones, que el modelo basado en oficinas ha muerto (los expertos coinciden en que aún quedan miles de cierres por ejecutar) y ven cada vez más claro que la rentabilidad del futuro llegará vía online.
Francisco González, presidente de BBVA, lleva años apostando por las nuevas tecnologías convencido de que "dentro de 10 ó 20 años, los bancos estarán presididos por ejecutivos que sepan de algoritmos, big data o tecnología, como los actuales presidentes de compañías como Google o Apple". De hecho, BBVA ya ha creado una división digital específica, quizá pensando en poner límites a la externalización de un servicio que manipula una información tan clave.
Recordemos además que la pasada semana Ana Botín anunció que uno de los objetivos clave del Santander era su digitalización : "Tenemos solo un 28 % de clientes que opera por medio de estos canales y el objetivo es que llegue al 45 % en 2017", dijo la presidenta del grupo, antes de añadir que los clientes digitales están más vinculados y son tres veces más rentables que los que operan desde oficina.
También La Caixa, que ha recibido en varias ocasiones el premio al "banco más innovador del mundo" en los Global Banking Innovation Awards y es el "mejor banco por Internet de España" según la revista Global Finance, lleva grandes pasos dados en innovación: pulseras VISA contactless, la aplicación móvil SegurCaixa Auto, la aplicación para operar en la Línea Abierta mendiante Smartwatch, el gestor avanzado de compras CardBox… Y no olvidemos su última gran novedad: el Centro de excelencia en big data que inaugura esta semana en Barcelona junto a Oracle. Habrá que ver si en un futuro la entidad catalana también apuesta por tener su propia división digital como BBVA, pero está claro que sabe muy bien hacia dónde es necesario encaminar ahora los pasos.
¿Por qué aún no existe Google Bank?
Un estudio de Accenture publicado hace unos pocos meses revelaba unos porcentajes de aceptación notables cuando se preguntaba a la muestra si permitiría que las tecnológicas pasaran a ser también proveedoras de sus servicios bancarios. Con esta información cabe preguntarse: ¿por qué no se han puesto entonces manos a la obra?
Francisco González, presidente de BBVA, lo tiene claro: "estas empresas todavía no han entrado porque evitan ser reguladas". Pero lo cierto es que existen otros factores, como su inexperiencia en el sector bancario y su interés por ganar mayores márgenes que los que ahora consigue la banca tradicional, que están retrasando su aparición en el negocio, según un informe elaborado por el Instituto de Estudios Económicos (IEB).
Así, aunque todo apunta a que no veremos un Google Bank en el corto plazo, los autores del estudio, Rodrigo García de La Cruz y Antonio Herráiz, sí consideran que esta y otras empresas se irán introduciendo paulatinamente en actividades financieras, con acciones como medios de pago o herramientas como la calculadora que hemos conocido esta semana.
Por otra parte, desde el IEB apuntan también a que ya se está preparando un proyecto de directiva europeo que regule la actuación de estos nuevos agentes financieros, por lo que quizá su entrada en escena llegue antes de lo que cabría esperar.