Tras muchas semanas de intensa "campaña" y tras varias votaciones, el candidato a la presidencia Stavros Dimas no ha conseguido los 180 avales necesarios para ser elegido. De esta forma, el país afronta un futuro político incierto con la convocatoria de elecciones. El primer ministro griego, Antoni Samarás, había aprovechado las últimas horas antes […]
Dirigentes Digital
| 29 dic 2014
Tras muchas semanas de intensa "campaña" y tras varias votaciones, el candidato a la presidencia Stavros Dimas no ha conseguido los 180 avales necesarios para ser elegido. De esta forma, el país afronta un futuro político incierto con la convocatoria de elecciones.
El primer ministro griego, Antoni Samarás, había aprovechado las últimas horas antes de la votación en el Parlamento para intentar que los diputados de las diferentes fuerzas políticas del país tomaran conciencia de la situación y evitasen las elecciones anticipadas. De hecho, en una entrevista concedida al canal de televisión publico griego, Nerit, Samarás señalaba que "ningún diputado tendrá derecho a decir que no sabía", en relación a sus palabras sobre que el político que no respalde a Stavros Dimas se aliará con la oposición, el partido izquierdista Syriza.
Pero, finalmente, no ha podido ser y Grecia vivirá un adelanto de las elecciones generales. La situación no era fácil ya que la posibilidad de que Stavros consiguiera los 180 avales para ser investido como presidente de la República era muy baja. Y es que el pasado 23 de diciembre, cuando se celebró la segunda ronda de la votación, Stavros sólo obtuvo 168 votos, al igual que en la votación de este lunes.
Esto obliga a Grecia a adelantar las elecciones generales y pone en riesgo los acuerdos adoptados por el país para continuar con el rescate. La Constitución griega da diez días para disolver el Parlamento y entre tres y cuatro semanas para celebrar las elecciones por lo que, como muy tarde, se celebrarían el 1 de febrero.
Syriza, en el punto de mira
Mientras, el mercado se desploma tras conocer el resultado de la votación. "Con Syriza en la cabeza de las encuestas, muchos no saben qué esperar: su partido, en 2012, amenazó con la salida del euro y el impago de la deuda; pero, ahora, un Syriza más convencional solicita la renegociación del rescate, la reducción de impuestos y el restablecimiento de los beneficios de los pensionistas", comentaba Laura Sarlo, analista de deuda soberana de Loomis, Sayles & Company. De momento, la encuesta más reciente (realizada por Palmos) da a Syriza un 29,9% de los votos, por delante de otras fuerzas políticas como Nueva Democracia o el PASOK.