La visita del el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha Atenas se ha convertido en un pulso entre la UE y Grecia. El ministro de finanzas griego se ha mantenido firme en la postura que marcó Syriza antes de las elecciones: no negociarán con la Troika y quieren una condonación de la deuda. El Gobierno griego, ha dicho, no […]
Dirigentes Digital
| 30 ene 2015
La visita del el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha Atenas se ha convertido en un pulso entre la UE y Grecia. El ministro de finanzas griego se ha mantenido firme en la postura que marcó Syriza antes de las elecciones: no negociarán con la Troika y quieren una condonación de la deuda. El Gobierno griego, ha dicho, no cooperará con el Fondo Monetario Internacional, ni la Unión Europea. Además ha apuntado que no tratará de lograr una ampliación del programa de rescate, dijo el ministro de Finanzas del país.
Jeroen Dijsselbloem, responsable del grupo de finanzas de la zona euro se encuentra en Atenas para conversar con el nuevo Gobierno antes de que expire el plazo el 28 de febrero. Aunque a tenor de las declaraciones de Varoufakis el acuerdo parece complicado. "Esta plataforma nos permitirá ganar la confianza del pueblo griego", ha dicho el ministro de Finanzas tras la reunión. "Nuestra primera acción como gobierno no será rechazar la lógica de cuestionar este programa a través de una petición para extenderlo", ha añadido.
Por su parte, Dijsselbloem ha apuntado que había comunicado al nuevo Gobierno que es necesario que se respeten los términos del programa existente entre Grecia y la zona euro. Así las cosas, el presidente del Eurogrupo ha advirtido que no es una buena idea la de adoptar pasos unilaterales y ha dicho que era importante no revertir el proceso realizado hasta el momento. Dijsselbloem ha agregado que el continuar con el apoyo de Europa dependía de que Grecia respetara sus obligaciones y que estaba en manos de Atenas decidir su posición antes de avanzar conjuntamente con la zona euro.
Posiciones enfrentadas las de los dos políticos que han comparecido juntos en una rueda de prensa cargada de tensión y referencias al programa de rescate. Varoufakis ha dicho que había asegurado a Dijsselbloem que Atenas planeaba aplicar reformas para hacer que la economía fuera más competitiva y tener presupuestos equilibrados pero que no aceptaría "una crisis autoalimentada" de deflación y deuda no viable.
Los inspectores de la UE y el FMI habían dicho previamente que estaban dispuestos a volver a Atenas tras la formación del nuevo gobierno para completar la inspección final bajo el programa de rescate y desembolsar los 7.000 millones de euros en ayuda que están pendientes.