Fidelity Worldwide Investments ha elaborado un documento en el que analiza las principales medidas de riesgo, que ellos clasifican en 3 grupos: Las medidas absolutas, que analizan un fondo con relación a su historial; las medidas relativas, que analizan un fondo con respecto a un índice de referencia o un activo exento de riesgos y […]
Dirigentes Digital
| 11 ago 2015
Fidelity Worldwide Investments ha elaborado un documento en el que analiza las principales medidas de riesgo, que ellos clasifican en 3 grupos: Las medidas absolutas, que analizan un fondo con relación a su historial; las medidas relativas, que analizan un fondo con respecto a un índice de referencia o un activo exento de riesgos y los ratios complejos, que ofrecen una idea de la destreza del gestor del fondo y la de su equipo de análisis.
MEDIDAS ABSOLUTAS
Volatilidad o varianza. Indica el grado de regularidad del comportamiento del fondo, para lo cual debemos comparar su comportamiento en un conjunto de períodos con la media en todos esos períodos. Cuanto mayor sea la volatilidad, más variable habrá sido el comportamiento del fondo.
Desviación estándar. En su definición más simple, es la raíz cuadrada de la volatilidad. Nos permite ver el grado de riesgo de un fondo teniendo en cuenta cómo ha variado su comportamiento a lo largo de distintos períodos con respecto a su comportamiento medio. Por ejemplo, observando el gráfico de abajo, puede verse que el Fondo A y el Fondo B tienen el mismo comportamiento, pero la desviación estándar de B es mucho mayor. Por tanto, el gestor del Fondo A está obteniendo la misma rentabilidad con más regularidad (menor volatilidad) comparado con el Fondo B
MEDIDAS RELATIVAS
Error de seguimiento o Tracking error. Esta medida, que no alude al comportamiento, mide simplemente hasta qué punto es activo un gestor de fondos, visto en función de su grado de desviación respecto al índice de referencia, a consecuencia de la selección de acciones. Cuanto más alto sea el error de seguimiento, más activo será el fondo y más se desviará el gestor de la composición del índice.
Beta. Beta examina la sensibilidad de un fondo con respecto a los movimientos del mercado. Una beta igual a 1 significa que el fondo se moverá en consonancia con el mercado. Una beta mayor que 1 significa que el fondo es "más" sensible a los movimientos del mercado. Por ejemplo, si la Bolsa sube un 10% el fondo puede subir un 15% o más. Por el contrario, un fondo con una beta menor que 1 es "menos" sensible al mercado y, por tanto, si la Bolsa sube un 10% el fondo puede que suba sólo un 5%.
Esta sensibilidad es aplicable tanto a las subidas como a las bajadas, de modo que si la Bolsa baja un 10% un fondo con una beta alta puede descender un 15% o más. Los fondos con betas altas suelen ser populares en una racha bursátil alcista, pero pueden resultar malas inversiones en una fase bajista.
RATIOS COMPLEJOS
Ratio Sharpe. Este ratio pretende indicar si un fondo se ha comportado mejor que un activo exento de riesgo (efectivo) y cuánto riesgo se ha asumido para lograrlo. Para empezar, se resta la rentabilidad de un activo exento de riesgo de la rentabilidad de la cartera. Luego, la diferencia neta se divide entre la volatilidad y el resultado es el ratio Sharpe. Para obtener un sharpe positivo el fondo debe comportarse mejor que el activo exento de riesgo.
Cuanto mayor sea el ratio, mejor se habrá comportado (o menor riesgo se habrá aceptado para lograr este mejor comportamiento).
Alfa. Puede decirse que es la mejor forma de medir la destreza de un gestor y la de su equipo. Representa el peor o mejor comportamiento de un fondo respecto a su índice de referencia. La definición clásica es algo confusa, pero viene a decir que un alfa positivo significa que el gestor y su equipo están añadiendo valor a la cartera gracias a su destreza. Cuanto mayor es el alfa, mayor es la incidencia del gestor sobre el fondo. Un alfa positivo es un atributo sumamente apreciado.