Tener un bolso de Louis Vuitton o un Ferrari no está al alcance de todos los bolsillos. En cambio, tener una cartera de acciones con las principales firmas del sector del lujo sí que es una opción para los inversores. Ahora, con el frenazo de los países emergentes, esa posibilidad está bajo la lupa de […]
Dirigentes Digital
| 22 oct 2015
Tener un bolso de Louis Vuitton o un Ferrari no está al alcance de todos los bolsillos. En cambio, tener una cartera de acciones con las principales firmas del sector del lujo sí que es una opción para los inversores. Ahora, con el frenazo de los países emergentes, esa posibilidad está bajo la lupa de los analistas. ¿Ha perdido brillo el sector?
China, el mayor obstáculo
China es la ‘estrella de corona’ en el sector, ya que representa el 30% del consumo en lujo. Por ello, todo lo que ocurre con su economía es motivo de preocupación, como ahora,que la sociedad china está cambiando. El gigante asiático está asentando las bases de lo que los expertos denominan como ‘nueva economía’. Esto, sumado a la debacle en los mercados del tercer trimestre, ha avivado los temores de los analistas a una desaceleración económica global. Partiendo de esta base, hay que tener en cuenta que "dos tercios de las compras de bienes de lujo de consumidores chinos se hacen fuera de China, en vacaciones en el extranjero, donde la gama de productos es mayor, sin aranceles e impuestos, con ahorros de hasta el 30%", tal y como resalta Caroline Reyl, gestora de Pictet Premium Brands.
Es decir, los consumidores chinos habrían estado aumentado exponencialmente su gasto los últimos años en segmentos como automóviles, cosméticos y viajes, añade Reyl. Pero el cambio en su economía también se está dando en sus gustos ya que "ahora, los consumidores chinos son más sofisticados, lo que crea nuevas oportunidades".
Los más ricos prestan más atención a marcas discretas que a prominentes logotipos. También dan más valor al carácter distintivo y están dispuestos a pagar una prima por productos personalizados, subraya la experta de Pictet. Por eso, la gestora apuesta por firmas como Salvatore Ferragamo, Hermès, Moncler o Prada, que se están adaptando mejor al nuevo escenario.
"De hecho las empresas de marcas de gama alta publicaron sólidos resultados el segundo trimestre, beneficiándose del incremento del gasto de turistas, chinos en particular, en Europa y Japón", apunta Reyl.
Pero no es oro todo lo que reluce. Por su parte, Anne Leborgne, gestora del Amundi Funds Equity Global Luxury & Lifestyle, considera que "el sector del lujo se ha visto fuertemente impactado por las medidas anticorrupción implementadas por China desde 2012". En concreto, Hong Kong es donde más se ha notado este descenso, que se ha acelerado durante 2014.
Ver el vaso medio lleno
Pero como en todo, siempre podemos buscar el lado positivo de la situación. Leborgne destaca que, como el mayor consumo se realiza fuera de las fronteras chinas, el sector podría ver cómo repuntan sus ventas en Europa aupado por la caída del euro.
Por su parte, desde Pictet destacan que hay firmas que los están haciendo muy bien, como Nike, Under Armour y Foot Locker, cuyos resultados fueron excelentes. Además, las empresas de cruceros están viendo un "efecto positivo en los márgenes por el bajo precio del petróleo y beneficios superiores a expectativas".
¿Invertir en lujo?
Ahora, la duda está en si es un buen momento para confiar en el sector. Desde Amundi, la gestora del fondo apuesta por una visión selectiva del lujo, que representa un 10% de su estrategia frente al 60% que suponía en 2012. "El motor, a medio plazo, continúa siendo atractivo: crece por encima del PIB, genera un fuerte flujo de caja y tiene un aspecto diferenciador que conduce a la gente a querer gastar su dinero en bienes de lujo".
Caroline Reyl, gestora de Pictet Premium Brands, considera que las marcas de gama alta, de calidad probada, tienden a la innovación y cuentan con mayor lealtad de clientes, poder de fijación de precios, márgenes y rentabilidad. Además, sus sólidos balances, elevado potencial de crecimiento y capacidad para ganar cuota de mercado son otros de sus atractivos.
"Estas compañías ya pasaron por una de las más graves crisis de su historia en 2009 y retomaron en 2010 el camino del crecimiento y rentabilidad superior. Redujeron costes y controlaron inventarios, así que volvieron a márgenes operativos récord, sin necesidad de acudir a crédito para financiar su crecimiento. Los últimos resultados trimestrales han sido sólidos en general", añade.
A ello se añade una de las fuerzas positivas más importantes para esta industria global: la consolidación, pues un número creciente de empresas de nicho con marcas de gama alta y abundante efectivo pueden ser objeto de adquisición por empresas establecidas que buscan crecimiento de ingresos y beneficios, apunta Reyl. Incluso muchas no cotizan, como Rolex, Chanel, Patek Philippe, Armani o Dolce & Gabbana.
¿Acciones o fondos?
Gonzalo Rengifo, director general de Pictet AM en Iberia y Latinoamérica, cree que la inversión en marcas de gama alta toca muchos sectores a nivel global. A"unque se trata de renta variable es resistente y relativamente independientes del ciclo económico, de cierto carácter defensivo", añade. Además, facilita ser innovador respecto a la asignación de activos tradicional basada en índices globales, pues amplía criterios de diversificación, capitalizaciones y estilos de inversión.
Por ello, para "horizontes de inversión a medio y largo plazo en la cartera de acciones puede convenir al menos 5% en inversiones temáticas vía fondos de inversión".