¿Saben cuál es la principal debilidad de la recuperación económica española? El sector exterior. Naturalmente, es mi opinión. Y no es el único riesgo, aunque admito que es el menos esperaba. Pero, la combinación de la debilidad del crecimiento del comercio exterior y las dudas sobre la solidez del crecimiento de economías que se esperaba […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
¿Saben cuál es la principal debilidad de la recuperación económica española? El sector exterior.
Naturalmente, es mi opinión.
Y no es el único riesgo, aunque admito que es el menos esperaba. Pero, la combinación de la debilidad del crecimiento del comercio exterior y las dudas sobre la solidez del crecimiento de economías que se esperaba actuaran como motores de crecimiento (Estados Unidos y China) se convierten en amenazas muy reales para la economía española. Realmente, para el crecimiento mundial.
Dice el BCE: "La falta de dinamismo del comercio es atribuible a factores tanto cíclicos como estructurales. La debilidad de la demanda y la composición de la demanda del PIB mundial son importantes determinantes del comercio mundial. La evidencia basada en modelos muestra que la reducción del crecimiento del PIB mundial puede explicar, en gran medida, la caída del crecimiento del comercio internacional. Los factores estructurales también parecen haber influido, y la potencial desaceleración de la expansión de las cadenas de valor mundiales podría tener un efecto moderador persistente".
Recuerden como las exportaciones españolas han aumentado su peso sobre el producto durante la crisis en más de 7 puntos porcentuales, hasta niveles de 23%. Esta evolución se ha producido en un contexto de debilidad de la demanda exterior y también del comercio. Y también en un entorno desfavorable del tipo de cambio. Al final, muchas empresas españolas encontraron en la demanda exterior la cobertura perfecta de la debilidad de la demanda interna siendo llamativo la mayor apertura del mercado hacia países con mayor potencial de crecimiento.
Mejora de la competitividad y demanda han sido claves para explicar la mejora exportadora de nuestra economía.
Si observamos tanto el comportamiento de nuestras exportaciones por zonas y en términos de valor añadido, vemos una mayor orientación hacia mercados en desarrollo, pero muy centrada por el momento en bienes de alto contenido tecnológico. Aunque empieza a ser significativo el peso de las ventas de bienes de bajo contenido tecnológico de forma reciente.
¿Cómo pueden evolucionar las exportaciones españolas en el futuro? Es claro que la recuperación de la demanda doméstica puede impactar de forma negativa en nuestras ventas, especialmente en un entorno de debilidad de la demanda internacional. Pero, ¿tanto como para dar marcha atrás en el proceso de internacionalización de nuestras empresas? No lo creo. Aunque admito que me ha desconcertado bastante en este periodo las menores entradas sobre lo previsto en la cifra de inversores directas, un factor dinamizador de la inversión y de las exportaciones.
Nosotros esperamos que las exportaciones mantengan un crecimiento promedio en los dos próximos años del 5,4 %, por debajo del 7% que esperamos para las importaciones.
José Luis Martínez Campuzano es Estratega de Citi en España.