El último en sumarse a estas voces ha sido Laurence D. Fink, que desde BlackRock, y durante una reciente conferencia, aseguraba que, al menos en EEUU, la regulación provocará que "habrá un cambio masivo hacia más inversión pasiva". Lo dice un hombre de negocios que convirtió a BlackRock en el gigante de la gestión de […]
Dirigentes Digital
| 02 jun 2016
El último en sumarse a estas voces ha sido Laurence D. Fink, que desde BlackRock, y durante una reciente conferencia, aseguraba que, al menos en EEUU, la regulación provocará que "habrá un cambio masivo hacia más inversión pasiva". Lo dice un hombre de negocios que convirtió a BlackRock en el gigante de la gestión de activos que es hoy a golpe de adquisiciones.
Es un hecho que, la regulación encaminada a que los gestores y brokers pongan por delante los intereses de sus clientes frente a sus posibles ingresos, puede provocar que el traspaso de capital de estrategias activas a pasivas se intensifique en los próximos años. Para Fink, los gestores de fondos activos se han enfrentado a unos clientes decepcionados con los rendimientos obtenidos, especialmente comparándolos con las comisiones pagadas.
Según un reciente informe de Morningstar, en EEUU menos del 35% de los fondos de inversión de renta variable de gestión activa ha batido a sus índices de referencia en los primeros cuatro meses de este año. En 2015, lo hizo el 47%, y el año anterior la cifra apenas superaba el 26%.
Los inversores han respondido eliminando unos 193.000 millones de dólares de fondos gestionados por ‘stock pickers’, en los últimos 12 meses, para trasladar la mayor parte de ese dinero a fondos cotizados o indexados.
Algo parecido ha pasado en la industria de hedge funds. Tradicionalmente la más cara del universo inversor, muchas firmas se enfrentan ahora a un sombrío panorama en el que, posiblemente, se verán obligados a rebajar comisiones para equilibrar los pobres rendimientos obtenidos. El propio presidente de Blackstone Group, Tony James, aseguraba la pasada semana que este tipo de fondos podría perder hasta el 25% de sus activos de seguir así las cosas.
Para Fink, las gestoras de activos deben ser más realistas con la nueva realidad, augurando movimientos de concentración para dar más peso a las estrategias pasivas dentro de los negocios tradicionales.