"El ejemplo de China nos recuerda que la situación de la deuda de los distintos países y regiones debe ser un factor a tener muy en cuenta antes de tomar una decisión de inversión", indica el directivo, que el próximo 1 de diciembre pasará a convertirse en director de banca retail de Deutsche Bank. El […]
Dirigentes Digital
| 06 nov 2015
"El ejemplo de China nos recuerda que la situación de la deuda de los distintos países y regiones debe ser un factor a tener muy en cuenta antes de tomar una decisión de inversión", indica el directivo, que el próximo 1 de diciembre pasará a convertirse en director de banca retail de Deutsche Bank.
El experto se basa en recientes datos recopilados por el Banco de Pagos Internacionales (BPI), que de momento cubre las cifras de 21 mercados emergentes, los países de la eurozona y de otras 12 economías desarrolladas. En total, la cifra de la deuda registrada por estos estados, sus empresas y sus hogares ha aumentado un 49,4% entre finales de 2007 y finales de 2014 (en términos de dólar). "Sin embargo, dado que el Producto Interno Bruto (PIB) de estas economías aumentó aproximadamente un 31,5% en el mismo período, hay que poner la cifra en perspectiva", explica Wöhrmann.
Tal y como indica en un artículo publicado en las últimas previsiones mensuales de la firma, en las economías avanzadas, la deuda aumentó en un 28,9% entre finales de 2007 y finales de 2014, y el PIB nominal un 13,5%. Sin embargo, en las economías de mercados emergentes, la deuda aumentó en un 200,1% durante el mismo período y el PIB nominal en un 92,5%.
La primera reflexión es lógica. "Mientras que la deuda de los desarrollados ha aumentado solo un poco más que su producción económica, la de los mercados emergentes se ha incrementado mucho más rápido que el PIB nominal de estas economías". Un factor que debe encender las alarmas de los inversores a juicio del experto.
Wöhrmann recuerda además que, a la hora de seleccionar por regiones, las cifras deben compararse también con el PIB per cápita de cada una de ellas. "Esto puede ofrecer una visión más clara sobre qué países pueden ser más propensos a una crisis de deuda que otros", asegura. Y entre aquellos que ocupan los primeros puestos de este ranking de deuda sobre prosperidad económica, destacan Japón y algunos países de la periferia de la zona euro. Entre ellos España e Italia.
"El gráfico muestra también un elevado endeudamiento en China. Pero otros países aún tienen cierto margen para asumir su deuda, y si emplean el crédito disponible para llevar a cabo inversiones sensatas, las tendencias nacionales y mundiales de crecimiento podrían mejorar", indica Wöhrmann.
No es la primera vez que un experto alerta de esta situación que se cocina a fuego lento en la economía mundial. Recientemente, el banco HSBC también calificó de "mezcla tóxica" los bajos niveles de crecimiento que se acompañan por unos altos niveles de deuda.
Los países desarrollados no están exentos del contagio. Pero es en los emergentes donde encontraban los expertos las mayores luces de alarma. "Los frutos del crédito barato, el aumento de los precios de las materias primas y las inversiones domésticas improductivas están en gran medida agotados", recuerdan en el informe, llamando a la urgencia de "reformas radicales para restablecer la competitividad" y evitar el estancamiento ante una carga de deuda lo suficientemente pesada para estallar.