Los expertos coinciden en que las correcciones son lógicas tras los máximos alcanzados recientemente. Especialmente ante un escenario en el que se avecinan la presentación de previsiones de las compañías. "Muchos inversores esperan que los resultados del primer trimestre sean pobres", explicaba a Marketwatch un analista de Wells Fargo. Algo que, a su juicio, siempre […]
Dirigentes Digital
| 27 mar 2015
Los expertos coinciden en que las correcciones son lógicas tras los máximos alcanzados recientemente. Especialmente ante un escenario en el que se avecinan la presentación de previsiones de las compañías. "Muchos inversores esperan que los resultados del primer trimestre sean pobres", explicaba a Marketwatch un analista de Wells Fargo. Algo que, a su juicio, siempre se lleva por delante a las empresas relacionadas con este sector. También las biotecnológicas.
No obstante, no hay que olvidar que pese a los recientes descensos, el Nasdaq aún acumula una rentabilidad positiva en el año del 3%, cifra que se amplía al 18% en los últimos 12 meses. Para Lukas Daalder, director de Inversión de Robeco Investment Solutions, "el hecho de que el Nasdaq vuelva a subir a 5.000 puntos no supone que vayamos a revivir la situación del año 2000, cuando los valores se desplomaron poco después". Y tanto. Hace 15 años, y tras rebasar los 5.000 puntos, el selectivo se desplomó un 80% en apenas 30 meses.
Sin embargo, la situación macroeconómica y empresarial difiere mucho ahora de la de entonces. "En esta ocasión no hay ninguna burbuja, los beneficios de las empresas subyacentes son sólidos, sus valoraciones son realistas y el Nasdaq ahora no se compone sobre todo de entidades de nueva creación, sino de otras más estables", explican desde Robeco, donde recuerdan que en el año 2000, el salto de los 3.000 a los 5.000 puntos se produjo en cuatro meses, mientras que esta vez ha llevado 10 veces más tiempo.
Para el experto, los múltiplos también son ahora distintos. "En aquel pico, el Nasdaq se situaba en 120 veces la previsión de beneficios a 10 años vista, casi el triple que el S&P500 por aquel entonces", recuerda Daalder. "Actualmente se negocia a 36 veces la previsión de beneficios, en un contexto de expansión económica y de aumento del beneficio por acción, y ninguna de las 10 mayores empresas del índice presenta una valoración precio/beneficio superior a 20 veces, cuando en 2000, ninguna de las 10 principales se situaba por debajo de esta cota. Así pues, no resulta especialmente caro".
A su juicio, los inversores también deben tener en cuenta que la composición del Nasdaq ha cambiado. "La proporción de valores tecnológicos en el índice ha pasado de casi el 60% en 2000 a poco más del 40% hoy en día, y la duración media de las empresas ha pasado de 15 años a 25". El experto refleja así la euforia que se vivió hace 15 años cuando el indicador era "un exorbitado patio de recreo para empresas de nueva creación", defendiendo la mayor estabilidad del índice en el periodo actual.
La importancia de la rentabilidad real
Daalder afirma que es posible que el Nasdaq no vaya a registrar un nuevo récord, en cualquier caso. "Si tenemos en cuenta los dividendos, el Nasdaq habría superado su anterior récord hace dos años y, en realidad, ahora estaría un 25% por encima; pero si tenemos en cuenta la inflación, realmente estaría un 25% por debajo".
Sin duda es una visión distinta. Dos puntos de vista que desbaratan la afirmación de que el Nasdaq está cerca de batir su récord. "Tradicionalmente, los dividendos nunca han representado un papel esencial para los valores tecnológicos, e incluso hoy, la rentabilidad por dividendos que ofrece el Nasdaq (1,2%) se sitúa claramente por debajo de la del S&P500 (1,9%) o el Eurostoxx (3,1%)", explica Daalder. Sin embargo, incluso esta escasa rentabilidad por dividendos puede marcar una notable diferencia en un periodo de 15 años. "El índice de retorno total (en el que se asume la reinversión de los dividendos brutos en el mismo índice) ya batió su máximo anterior en noviembre de 2013, y actualmente se sitúa un 25% por encima del mismo", recuerda.
En su estudio refleja además que, si se incorpora al cálculo el efecto de la inflación de esos 15 años, el resultado es el opuesto: "en términos reales, el Nasdaq seguiría muy por debajo de su récord del año 2000". En definitiva: desde Robeco llaman a no comparar el nivel actual del índice con el récord de 5.132 puntos. "Hay que atender a la rentabilidad ajustada a la inflación. Conforme a este parámetro, el Nasdaq estaría solamente en el 75% del nivel que presentaba en 2000. Y, si tenemos en cuenta tanto la inflación como los dividendos, se sitúa aún un 8% por debajo del máximo del año 2000".