Esta misma semana, y tras la caída del fondo de bonos high yield de Third Avenue, la SEC (Securities and Exchange Commision) aseguraba en un comunicado sobre sus prioridades en 2016 que planea estudiar los procesos por los que fondos de inversión, ETFs (fondos cotiados) y hedge funds valoran sus posiciones menos líquidas, y cómo […]
Dirigentes Digital
| 12 ene 2016
Esta misma semana, y tras la caída del fondo de bonos high yield de Third Avenue, la SEC (Securities and Exchange Commision) aseguraba en un comunicado sobre sus prioridades en 2016 que planea estudiar los procesos por los que fondos de inversión, ETFs (fondos cotiados) y hedge funds valoran sus posiciones menos líquidas, y cómo manejan el riesgo de no poder venderlas cuando los gestores necesitan el efectivo.
La SEC insisten en que sus examinadores también planean revisar el rol que desempeñan ciertos brokers como compradores y vendedores de estas inversiones menos líquidas.
El temor de los reguladores es que ‘crisis’ como la vivida por Third Avenue en diciembre, se contagie a otra clase de activos, como así ha ocurrido de hecho en la propia gestora. Tras suspender a finales de 2015 los reembolsos en su fondo de deuda high yield, los inversores también se apresuraron a sacar dinero de los productos de renta variable.
Según datos recopilados por Bloomberg, las salidas del mes de diciembre aceleraron la disminución de los activos de la firma, con una caída del 21% en el conjunto del último trimestre. Las salidas en sus 4 fondos de renta variable se estiman en 720 millones de dólares, un 13% de los activos totales. El Third Avenue Focused Credit Fund (fondo de renta fija high yield), contaba con unos activos de 788 millones cuando la firma decidió suspender los reembolsos.
Lo verdaderamente importante ahora es el nuevo enfoque que la SEC ha dado en sus prioridades para el este año, al considerar que la liquidez (o más bien la ausencia de ella) es un riesgo a vigilar en el conjunto del mercado. En el mismo documento de objetivos de 2015, el supervisor se limitaba a aludir a la necesidad de que los inversores fueran informados adecuadamente sobre los riesgos de apostar por este tipo de fondos de inversión más "exóticos".