PricewaterhouseCoopers (PwC) acaba de publicar un informe en el que apunta a que el mercado de ETFs, solo en EEUU, recibirá una cifra record de entradas en los próximos años. De hecho, apunta a 1,1 billones de dólares al cierre de 2018, y otros 2,3 billones de euros en los siguientes tres años, hasta el […]
Dirigentes Digital
| 07 feb 2017
PricewaterhouseCoopers (PwC) acaba de publicar un informe en el que apunta a que el mercado de ETFs, solo en EEUU, recibirá una cifra record de entradas en los próximos años. De hecho, apunta a 1,1 billones de dólares al cierre de 2018, y otros 2,3 billones de euros en los siguientes tres años, hasta el final de 2021. Una visión muy optimista que, no por ello, resulta del todo irreal. Sobre todo tras conocerse los hitos que en 2016 vivió este segmento de mercado. Por ejemplo, iShares, el negocio de fondos cotizados de BlackRock, acaba de superar el billón de dólares en activos en EEUU por primera vez en su historia. Y en Europa, la firma registró nuevos máximos en la inversión neta con 32.000 millones de euros en el año. Según sus cálculos, el sector mundial de fondos cotizados registró una inversión neta de 375.000 millones de dólares en 2016(1), una cifra superior al total del año pasado, de 348.000 millones de dólares. Los expertos de PwC explican que el boom imparable de estos productos no tiene solo que ver con su reputación como productos ‘low cost’ en el mercado. “A esto se suma la disconformidad del inversor con los pobres rendimientos para las altas comisiones que cobran algunos fondos de gestión activa”, indican desde la firma. Esto, junto con otros factores, será clave para que, según las previsiones, los activos bajo gestión de los ETFs en el mercado estadounidense alcancen los 5,9 billones de dólares (5,9 trillion) al final de 2021, desde los 2,5 billones de dólares actuales. Desde BlackRock consideran que “dado que los inversores demandan tanto valor como un servicio de elevada calidad a sus asesores financieros y gestores, se dará una tendencia creciente a la estructuración de carteras activas mediante el uso de ETFs y fondos indexados junto con estrategias activas basadas en sólidas convicciones”. No se trata todo de una gestión pasiva pura. Los expertos aseguran que los ETFs de smart beta tendrán cada vez un papel mayor en la industria, así como los llamados ‘ETFs de gestión activa’. Los expertos también recuerdan que el papel cada vez mayor de los robo advisors en los mercados financieros también ayudarán a seguir atrayendo flujos a este segmento. Por ejemplo, un caso reciente en España es el de Finizens, que en solo un mes de vida, ha conseguido alcanzar 4.000 registros con un modelo basado en la inversión en fondos indexados. ¿Qué pasa en Europa? La situación en Europa no es diferente, donde los productos siguen batiendo record tras record años tras año. “Desde el lanzamiento de nuestro primer ETF hace 10 años, hemos crecido hasta llegar a ser el mayor proveedor global de ETFs con sede en Europa. Este es un logro notable, ya que se trata del área más competitiva dentro de la industria de gestión de activos”, señala Reinhard Bellet, responsable de Gestión Pasiva en Deutsche AM. Aún así, no hay que obviar que 2016 no fue un año especialmente bueno para la firma. Aunqeu mantiene el segundo puesto en el ranking europeo, los inversores retiraron 5.300 millones de euros y su cuota de mercado ha caído desde el 11,9% en 2015 hasta el 9,8%. iShares sigue liderando el mercado con una cuota del 46% y tras haber atraido entradas netas por valor de 26.400 millones de euros el pasado año, según datos de Morningstar. Los puntos clave que seguirán impulsando los ETFs: Desde BlackRock, los expertos de iShares defienden que el boom de los ETFs aún no ha terminado, y señalan estos motivos principales: