"La política vuelve a ser el foco de atención", afirman los analistas de Barclays y se centran principalmente en tres países: "La victoria de Duda en Polonia podría marcar el comienzo de un periodo de medidas percibidas como hostiles para el mercado. En Turquía, la probable coalición de Gobierno centra la atención en la gestión […]
Dirigentes Digital
| 02 jun 2015
"La política vuelve a ser el foco de atención", afirman los analistas de Barclays y se centran principalmente en tres países: "La victoria de Duda en Polonia podría marcar el comienzo de un periodo de medidas percibidas como hostiles para el mercado. En Turquía, la probable coalición de Gobierno centra la atención en la gestión de la macroeconomía. Y un posible fracaso en las conversaciones de paz en Colombia amenaza la agenda de la reforma fiscal", destacan.
El proceso de paz en Colombia atraviesa ahora su peor momento desde que el Ejecutivo y las FARC iniciarán las negociaciones hace ya dos años. La muerte de 11 miembros de las fuerzas armadas colombianas en un ataque de la guerrilla ha provocado la suspensión del alto al fuego unilateral y en los últimos días el Gobierno ha llevado a cabo varios ataques que han resultado en la muerte de 40 miembros de las FARC, entre ellos dos comandantes que participaban directamente en las conversaciones de paz.
Teniendo en cuenta la mejora de las condiciones de seguridad que se han producido en el país durante los últimos 15 años, el acuerdo de paz "no traería consigo grandes beneficios económicos. No obstante, las implicaciones de un fallo en el mismo no son despreciables, pues éste es el núcleo de la plataforma del presidente Santos para su segundo mandato y los recientes eventos se están teniendo su precio en la popularidad del dirigente", explican la firma.
Y es que, el posible acuerdo de paz este año "supuestamente debería ayudar a la reforma fiscal que se presentaría como necesaria para financiar la paz. El retraso o la presentación de unas medidas más limitadas de lo esperado probablemente supongan un mayor deterioro en los fundamentales de Colombia, un aumento de la presión sobre el equilibrio fiscal y externo, así como sobre el tipo de cambio", concluyen.
En lo que respecta a Polonia, durante su campaña Duda habló de impuestos sectoriales sobre la banca y otras industrias para pagar políticas sociales, del aumento de la propiedad polaca de las entidades financieras, la inclusión de un salario mínimo, la reducción de la edad de jubilación, el aumento de las prestaciones familiares… Asimismo, se ha mostrado en contra de la unión a la Zona Euro. "Duda no puede promulgar tales cambios sólo, pero su éxito augura una victoria para su partido en las elecciones parlamentarias de otoño", advierten.
Finalmente, en Turquía, las últimas encuestas sugieren que la posibilidad de un Gobierno de coalición aumenta. Hasta el momento, el mercado había dado escasas probabilidades a este desenlace, pero ha comenzado a descontarla y "las negociaciones para formar la misma podrían añadir otra capa de incertidumbre a la estructura y enfoque de la gestión económica, que ya preocupa a los inversores extranjeros".
Así, los posibles titulares que apunten a puntos de vista divergentes sobre los anclajes formales del marco económico, como la disciplina fiscal, la independencia del banco central y la desinflación probablemente "sean mal recibidos por el mercado".
Por su parte, tras comparar los fundamentales y las valoraciones actuales de los países emergentes con las de 2004 (la última vez que la Fed se embarcó en un proceso de subida de tipos), los analistas de Bank of America Merrill Lynch consideran que buena parte de estas regiones ya han descontado este movimiento.
"Tras cuatro años de mercado alcista en el dólar, las valoraciones de las divisas han vuelto a la zona de equilibrio, y la volatilidad desde el taper tantrum de 2013 se ha centrado principalemente en el euro/dólar. Turquía es, en general, el mercado con los fundamentales más débiles en comparación con 2014 y con una prima de riesgo relativamente baja", destacan.