Antiguamente las áreas de trabajo iban sectorizadas por los diferentes cargos dentro de la empresa, aplicando en interiorismo y la decoración en función del puesto o del estatus. Fueron las nuevas dinámicas de trabajo aplicadas por los coaches americanos los que nos hicieron entender que el trabajo en equipo hace no solo evolucionar al individuo, […]
Dirigentes Digital
| 09 mar 2016
Antiguamente las áreas de trabajo iban sectorizadas por los diferentes cargos dentro de la empresa, aplicando en interiorismo y la decoración en función del puesto o del estatus.
Fueron las nuevas dinámicas de trabajo aplicadas por los coaches americanos los que nos hicieron entender que el trabajo en equipo hace no solo evolucionar al individuo, sino que la propia empresa regeneraba una sinergia en forma de espiral ascendente que motivaba al empleado y le hacía participe directo de la empresa.
Los espacios se convertían en abiertos y transparentes, sin barreras y sin muros, psicológicamente pensados para tener acceso directo a cualquier servicio o cargo. De esta forma la relación entre los diferentes departamentos era mucho más fluida y las grandes empresas eran conscientes que su productividad era muchísimo mayor, y de ahí sus beneficios finales.
Aitor Viteri y Elena Lapeña son dueños del estudio de interiorismo Viteri Lapeña. Para ellos lo más importante ha sido "crear espacios limpios, casi de arquitectura depurada donde lo impersonal jugaba un papel importante". Todo el trabajo realizado por los coaches en las nuevas dinámicas de trabajo no correspondía a la nueva forma de concebir los espacios de trabajo.
¿Por qué?
Según Aitor, "porque nos olvidamos del alma del individuo". Paramentos interminables, materiales fríos e iluminación casi de laboratorio. Ha sido en estos últimos años en los que el trabajo del interiorista unido al análisis psicológico aportado por los coaches ha dado otro nuevo giro haciendo que el interiorista juegue un papel importante en la creación de espacios acordes a la filosofía de la empresa y al bienestar de sus trabajadores.
Para Elena, cofundadora del estudio y antes dirigente de una gran empresa que dejó todo por su pasión, "es importante la productividad pero no menos importante la sensación de libertad a la hora de generar esa productividad".
En Viteri Lapeña utilizan materiales cálidos que potencien la tranquilidad y la serenidad. Aquellos colores primitivos que cualquier individuo conoce y asocia un estado anímico, sensación o temperatura. De esta forma se genera en el espacio diferentes ritmos no solo de trabajo sino también de relax.
El ocio es importante a la hora de potenciar la productividad como sucede en algunas oficinas que hoy son un icono como Google. Espacios que puedan vincularse a todo tipo de personas. Que todos se sientan participes del espacio, teniendo rincones casi propios. Espacios en movimientos que estimulen la creatividad del individuo.
Está demostrado que en cualquier empresa independientemente del sector al que se dirija la creatividad es el motor de la marca. Si el espacio potencia esa creatividad el éxito es asegurado. Ya no nos conformamos solo con espacios bonitos, no. El espacio tiene que comunicar y tiene que formar parte de las personas que lo usan.