Si el tema de la inmigración en el Mediterráneo es dramático, en el sudeste asiático roza el sadismo por parte de Tailandia, Malasia, Bangladeshe Indonesia. Estos países están expulsando de sus territorios a los pesqueros llenos de inmigrantes procedentes de Birmania provocando una crisis humanitaria de gran envergadura en las aguas internacionales del Índico. Las […]
Dirigentes Digital
| 16 may 2015
Si el tema de la inmigración en el Mediterráneo es dramático, en el sudeste asiático roza el sadismo por parte de Tailandia, Malasia, Bangladeshe Indonesia. Estos países están expulsando de sus territorios a los pesqueros llenos de inmigrantes procedentes de Birmania provocando una crisis humanitaria de gran envergadura en las aguas internacionales del Índico.
Las imágenes que llegan a Europa son estremecedoras de pesqueros llenos de personas, incluidos llenos, hacinados en condiciones deplorables, sin comida y a la deriva. Las autoridades marítimas de Tailandia remolcan a las embarcaciones fuera de sus aguas y solo les abastecen de agua.
Según cálculos de la ONU, cerca de 6.000 de rohingya, una minoría musulmana perseguida en Birmania, se encuentran en tierra de nadie en naves abandonadas por las mafias. Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), unas 25.000 personas zarparon en barcos desde Bangladesh y Birmania (Myanmar) durante el primer trimestre de 2015, el doble del número registrado en el mismo periodo de 2014.