El "pacto" tiene como objetivo que reducir las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero de tal forma que la temperatura del planeta suba como mucho 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales. Recordemos que la Agencia Internacional de la Energía (IEA por sus siglas en inglés) estimaba en su reciente "World Energy […]
Dirigentes Digital
| 22 dic 2015
El "pacto" tiene como objetivo que reducir las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero de tal forma que la temperatura del planeta suba como mucho 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales.
Recordemos que la Agencia Internacional de la Energía (IEA por sus siglas en inglés) estimaba en su reciente "World Energy Outlook 2015", estimaba que bajo un marco de política energética y climático consistente con este objetivo, la inversión en fuentes de energía bajas en carbono y en eficiencia energética hasta 2014 sería 14 billones de dólares mayor que bajo su actual escenario base; por el contrario, las inversiones en combustibles fósiles se reducirían en 6,4 billones.
En este contexto, para Jens Pares, CIO de inversiones sostenibles de Mirova, filial de Natixis Asset Management, cree que "uno de los retos para los ‘inversores sostenibles’ en 2016 será poner a trabajar este acuerdo en sus carteras". Así, señala específicamente a los bonos verdes, las infraestructuras verdes y las cotizadas respetuosas con el medioambiente "son oportunidades que contribuirán de manera significativa en la transición hacia un modelo económico bajo en carbono y para reducir la huella del mismo en las carteras de inversión".
Por otra parte, llama la atención sobre las "soluciones para los principales problemas del mundo podría ser la clave (…) soluciones para el acceso al agua potable, la educación o la salud, o la reducción de los residuos… son algunas de las áreas que atraerán más atención en el futuro".
Mientras, afirma tajante que "eventualmente, una combinación de energías renovables y de almacenaje energético podría sustituir al carbon y el petróleo como fuentes dominantes". Considera que el debate actual sobre la desinversión en combustibles fósiles es interesante, pues, ante el hundimiento de los precios, "ha pasado de ser un debate más financiero que ético ya, y esto podría continuar en 2016".
Finalmente, llama la atención sobre el sector agrario, pues cree que algunos de los "vientos en contra" que ha padecido (exceso de capacidad, bajas valoraciones de las materias primas) están bajo control, por lo que podría dar una sorpresa positiva el año que viene. Sobre todo si tenemos en cuenta que los catalizadores de largo plazo, "como el crecimiento demográfico, el cambio de las dietas ante la creciente clase media de los emergentes y la falta de tierras cultivables siguen siendo de apoyo".