Un sector del que pueden surgir oportunidades es el de los servicios en la nube, que existe desde hace años pero es ahora cuando aparecen aplicaciones comerciales. Este sistema de almacenamiento está reemplazando a los soportes físicos, como demuestra el crecimiento de Netflix y Spotify. Se estima que en 2018 más del 50% del software […]
Dirigentes Digital
| 22 jun 2016
Un sector del que pueden surgir oportunidades es el de los servicios en la nube, que existe desde hace años pero es ahora cuando aparecen aplicaciones comerciales. Este sistema de almacenamiento está reemplazando a los soportes físicos, como demuestra el crecimiento de Netflix y Spotify. Se estima que en 2018 más del 50% del software y el almacenamiento corresponderá a los servicios en la nube, y los ganadores serán aquellas compañías que ofrezcan a las empresas soluciones avanzadas y seguras.
El Internet de las Cosas, que consiste en la interconexión de objetos cotidianos a través de Wifi, va a ser otro tema importante en los próximos años. Un ejemplo es Nest Labs, firma de domótica que produce termostatos y detectores de humo programables y con autoaprendizaje, que Google compró hace dos años por 3.200 millones de dólares. El desarrollo del Internet de las Cosas se apoya en la caída de los precios del hardware, los servicios en la nube y el aumento de la conectividad global. Los fabricantes del hardware necesario son los beneficiarios más evidentes, pero los ganadores de segundo nivel se encuentran en todos los sectores, como el ‘Proyecto Jacquard’ de Google y Levi’s para crear ropa inteligente.
Otra tecnología que está penetrando en el mercado es la realidad virtual, cuyas primeras gafas de alta calidad acaban de llegar al mercado. Pero además de para jugar, la realidad virtual va a poder ser utilizada, por ejemplo, en la asistencia sanitaria, creando entornos virtuales para tratar fobias o en la formación de cirujanos, así como de policías y militares. Los ganadores de esta tecnología se repartirán entre los fabricantes de hardware y las empresas que integren la realidad virtual en sus productos y servicios, como NVidia, compañía de visualización digital, y Nuance Communications, especializada en reconocimiento de voz.
La economía colaborativa es otro término de moda pues el creciente deseo de compartir en lugar de poseer alterará significativamente la forma de consumir. La red de taxis Uber, valorada en 51.000 millones de dólares, es la startup privada más valiosa del mundo. Otro ejemplo es Airbnb, valorada en 255.500 millones de dólares y con una tasa de crecimiento anual de las ventas del 90%, que cuenta con una oferta superior a 1,5 millones de viviendas frente a los 15,5 millones de habitaciones de hotel en todo el mundo. Pero los afectados por la economía colaborativa no se han quedado quietos. Los taxistas están planteando acciones legales contra Uber y la Asociación de Hoteles de Nueva York contra Airbnb. Valorar el impacto legal sobre las empresas de consumo colaborativo va a ser tan importante como analizar la viabilidad del negocio.
Puede leer el reportaje completo en la revista DIRIGENTES del mes de junio.