Invertir en la era de la transformación digital

Estamos entrando en la era de la transformación digital, donde claramente los inversores deben fijarse, pues se trata de una buena oportunidad de inversión. Es una transformación global y estructural, independiente del ciclo económico, que ya afecta al comportamiento en nuestra vida diaria. Compras y consumo, información y consultas, contratación de viajes incluso inversión financiera se dirigen a Internet. Ya podemos hablar de coches, casas infraestructuras e incluso sanidad inteligentes. Esto implica industrias globales y empresas innovadoras en muchos sectores, con nuevos modelos de negocio y servicios en aplicaciones digitales que crecen a niveles del 15% al 20%.

Hay que tener en cuenta que la población mundial, 7.000 millones de personas, llegará a 9.000 para 2050 según la ONU y los usuarios de Internet, 26% de la población, serán 3.600 millones para 2017, es decir casi la mitad de la población mundial según Cisco. Además los teléfonos inteligentes suponen 60% de los móviles en el mundo y ya se emplean como tarjetas de crédito, especialmente en países emergentes. A ello se añade las aplicaciones interactivas para empresas. Gartner pronostica que las ventas de servicios en nube crecerán a tasa compuesta anual de 31% hasta 2017.

De hecho la ola de innovación está cambiando el modo de operar de las empresas, con nuevas oportunidades de negocio y mejora de la productividad, desencadenando un nuevo ciclo de inversión. Dos tipos de empresas están surgiendo como principales beneficiarios: proveedores de soluciones innovadoras que ayudan a organizaciones tradicionales a adaptarse a la era digital y pioneros "que nacen digitales", que están sacudiendo las bases de negocios y sectores establecidos, de manera similar a como hicieron Amazon y Google la última década. Incluso China está a la vanguardia.

Internet y comercio electrónico están ayudando a su economía a transformarse de modelo exportador a consumo. Es el mayor mercado en línea del mundo, con 680 millones de usuarios (un tercio del mundial) frente a 222 millones en EEUU. Representa 43% del crecimiento global del sector, con ventas de cerca de 500 millones de teléfonos inteligentes, triple que en EEUU. Algunas compañías destacadas son Baidu, que ha conseguido expulsar a Google del mercado chino; Alibaba, que domina gran parte del comercio electrónico y Tencent, que disfruta de una posición similar en redes sociales. Sólo en China las empresas logísticas entregaron 6.100 millones de paquetes en 2014, 40% más de lo que UPS distribuyó a nivel mundial.

En conjunto se trata de una oportunidad de un billón de dólares los próximos cinco años y el reto es identificar empresas a punto de ocupar u ocupando una posición dominante, con valoraciones atractivas respecto a crecimiento y ventajas competitivas.

Adaptarse a la era digital se está convirtiendo en cuestión de supervivencia

Adaptarse a esta era digital se está convirtiendo en cuestión de supervivencia. IDC estima que en 2018 un tercio de los líderes en la mayoría de sectores se enfrentará a competencia de nuevas empresas, mejor preparadas para capitalizar el potencial de las nuevas tecnologías. Un ejemplo es la estadounidense Medidata, que desarrolla aplicaciones farmacéuticas para recopilar, analizar y aprovechar datos del desarrollo de nuevas aplicaciones hasta el momento de presentar su aprobación. Los historiales médicos de pacientes y resultados de análisis de laboratorio se digitalizan. Además las plataformas que conectan pacientes y proveedores de atención sanitaria van a ser pronto habituales, con datos accesibles inmediatamente en aplicaciones Apple. Aparte, gigantes de Internet como Google o Facebook están realizando fuertes inversiones en el sector.

Quizá la más potente nueva tecnología sea el Internet de las cosas, con un número creciente de dispositivos inteligentes conectados. Relojes, cámaras de vigilancia, máquinas de café, coches y equipos médicos van a formar parte del ecosistema digital. Cisco estima que el número de dispositivos conectados va a crecer de 10.000 millones a 50.000 millones en 2020. Incluso en transporte compañías como Fleetmatics han desarrollado sistemas de gestión de flotas basados en GPS, de manera que las empresas pueden determinar la ubicación en tiempo real y seguir recorridos, controlar el consumo de combustible y recibir alertas de neumáticos.

En tecnologías disruptivas destacan nuevos líderes de economía colaborativa, como la reserva de habitaciones Airbnb o música en línea Spotify y en automóvil el servicio de viajes compartidos Uber, que está ganando rápidamente popularidad. Aprovechar el correspondiente flujo de datos, Big Data, es complejo, pero la recompensa puede ser eficiencia operativa y desarrollo de productos.

Seguros, finanzas y medios de comunicación también son vulnerables. En China las mayores empresas de Internet y comercio electrónico, Tencent y Alibaba, están potenciando sistemas de pago móvil para atraer usuarios. Estos servicios pueden a rivalizar o superar medios tradicionales como cheques o transferencias bancarias y su desarrollo es más rápido en emergentes, donde la falta de bancos tradicionales y estructuras de pago significa una oportunidad de pasar directamente a banca móvil. Por otra parte en países desarrollados como España, donde estamos muy acostumbrados al trato personal en servicios financieros, basado en relación de confianza, la digitalización permite al asesor financiero utiliza medios en Internet y proporcionar al inversor análisis y acceso para evaluar alternativas, mejorando la eficiencia del asesoramiento.

Un medio de acceder a este universo es a través del fondo de inversión Pictet Digital Communication, que invierte exclusivamente en compañías dedicadas a digitalización, relacionadas con Internet, dispositivos y aplicaciones y servicios, dirigidos al consumidor y las propias empresas.

El único segmento de fabricantes de productos en que invierte es teléfonos inteligentes y tabletas, que facilitan acceso a Internet. No invierte en compañías de equipamiento tradicional, como fabricación de equipos de telecomunicaciones, muy dependientes de decisiones de los grandes operadores. Tampoco en fabricantes de PC, cuyos negocios muestran márgenes decrecientes con reducción de las ventas y bajada de precios. También excluye semiconductores, negocio de volumen, donde es muy difícil predecir tendencia.

A medio plazo, independientemente de factores del mercado debe evolucionar en línea con el crecimiento de los resultados de las empresas que selecciona a nivel global y su rentabilidad puede ser potencialmente de doble dígito, siempre y cuando se tenga un horizonte temporal mínimo de tres años y sin olvidar que se trata de una inversión en renta variable y por tanto, de alto riesgo.