Uno de los pocos terrenos en los que Riad y Teherán tratan estar de acuerdo es sobre la política energética para la OPEP. El cártel celebró ayer una reunión técnica en Viena, en la que los socios intercambiaron impresiones, pero no tomaron ninguna decisión sobre la producción. Entre los dos se mantiene guante blanco pero […]
Dirigentes Digital
| 21 oct 2015
Uno de los pocos terrenos en los que Riad y Teherán tratan estar de acuerdo es sobre la política energética para la OPEP. El cártel celebró ayer una reunión técnica en Viena, en la que los socios intercambiaron impresiones, pero no tomaron ninguna decisión sobre la producción. Entre los dos se mantiene guante blanco pero Irán ya se ha mostrado su oposición a la posición que tiene la organización de mantener estable la producción para presionar los precios del oro negro a la baja., responsable del 40% de la producción mundial.
Bijan Namdar Zanganeh, ministro de Petróleo de Irán ha indicado que con el crudo a los actuales niveles "nadie es feliz, la OPEP debería implementar una reducción del nivel de producción, aunque parece que el ambiente dentro de la OPEP no es el adecuado para que se dé ese cambio" y sitúa la cota adecuada por encima de los 70 dólares.
En el verano del año pasado, Arabia Saudí aprovechó el descenso de los precios provocados por la sobreoferta para congelar la producción de la OPEP, responsable del 40% de la producción mundial, como defensa para no perder cuota de mercado, en favor de Estados Unidos y Rusia.
Pero el anuncio de levantamiento de sanciones sobre Irán por parte de la comunidad internacional cambia radicalmente el tablero de juego para Arabia Saudí. Irán quiere recuperar su presencia en los mercados internacionales en cuanto pueda y lo hará poniendo en el mercado medio millón de barriles diarios, según las estimaciones más conservadoras.
El acuerdo nuclear sellado el pasado mes de julio sigue dando paso firme. Estados Unidos y la Unión Europea aprobaron las medidas legales para levantar el bloqueo, hace unos días. Con lo que queda que Irán suma su compromiso de desmontaje de su programa nuclear para que el desbloqueo se haga efectivo.
Arabia Saudí se encontrará con un escenario de una mayor sobreoferta por encima de lo previsto lo que puede provocar nuevas caídas del precio del petróleo y un nuevo competidor capaz de desafiarle a costes. "No buscamos el permiso de nadie para poner en marcha nuestra producción. Nosotros llevaremos nuestra producción al mercado de nuevo y éste la absorberá. Todos los miembros de la OPEP con los que he hablado están nos han dado la bienvenido", explica el ministro iraní.
El interés de Irán será hacerse un hueco lo antes posible en el mercado sin importar los costes. Y el país lo tiene claro. Los países que ocuparon esa cuota de mercado durante el periodo de tiempo que han aguantado las sanciones sobre Irán, ahora deben ir retirándose poco a poco, indica Amir Hossein Zamninia, ministro de Asuntos Exteriores de Irán.
Hasta ahora Irán, miembro fundador en los sesenta de la OPEP, se ha mantenido al margen de las decisiones de la organización pero puede ser la espita para que el resto de miembros se salte la disciplina impuesta por Arabia Saudí. Ya hay rumores que algunos de sus miembros están recortando la producción para presionar alza los precios del crudo y para compensar la inundación de petróleo iraní.
El Banco Mundial considera que el país podría comenzar a exportar de forma inmediata dadas sus elevadas reservas, las más altas del mundo, y espera que su producción aumente en los próximos meses entre 500.000 y 700.000 barriles diarios, llegando a niveles previos a las sanciones.
"El potencial impacto de las exportaciones de gas y petróleo de Irán en los mercados globales y regionales podría ser mayor en el largo plazo si Irán puede atraer la inversión extranjera y la tecnología necesarias para aprovechar sus sustanciales reservas", advierte el director del grupo de perspectivas de desarrollo del Banco Mundial, Ayhan Jose, en la presentación de un reciente informe.