Entre los objetivos de Arabia Saudí en la política de depresión de los precios del petróleo se encuentra Irán. Los dos países son enemigos históricos con distintos frentes abiertos el religioso-político y el económico. El petróleo iraní es el único en competir en coste y en reservas con el saudí. Tras el levantamiento de las […]
Dirigentes Digital
| 14 ago 2016
Entre los objetivos de Arabia Saudí en la política de depresión de los precios del petróleo se encuentra Irán. Los dos países son enemigos históricos con distintos frentes abiertos el religioso-político y el económico. El petróleo iraní es el único en competir en coste y en reservas con el saudí. Tras el levantamiento de las sanciones económicas, Teherán busca recuperarse como potencia económica en Oriente Medio a través del petróleo. Riad quiere impedir esta recuperación con el precio del petróleo a la baja.
Irán ha encontrado un firme aliado en India. Las ventas se incrementaron un 67% en los primeros siete meses del año respecto al mismo período del año anterior, hasta una media de 359.000 barriles diarios, impulsada por la aplicación del acuerdo nuclear que puso fin a las sanciones contra la República Islámica.
Según informó la agencia oficial iraní IRNA, estas compras también han ido acompañadas por el pago paulatino de los 6.500 millones de dólares que compañías petroleras de la India mantenían con Irán por compras de crudo previas a las sanciones y cuyo pago no pudo hacerse efectivo por el bloqueo bancario al que estaba sometido Irán.
El Ministerio de Petróleo iraní indicó además que estas compras se han acelerado en el pasado mes de julio, en el que las compras fueron de 461.000 barriles diarios, un 21 % más que en junio.
La irrupción en el mercado internacional de Irán aleja la posibilidad de un acuerdo dentro de la OPEP para recortar la producción de petróleo. El pasado mes de abril se dibujaba la misma posibilidad en la cumbre de Doha pero el choque entre los dos países dinamitó la posibilidad de acuerdo.