Tras repuntar un 0,3% entre enero y marzo, el PIB transalpino se estancó en el segundo trimestre, y ya van 20 en los que Roma crece por rebajo del resto de sus ‘socios’ europeos. El Gobierno ha atribuido la reciente debilidad a la "amenaza del terrorismo la crisis migratoria y el Brexit". Mientras, las encuestas […]
Dirigentes Digital
| 01 sep 2016
Tras repuntar un 0,3% entre enero y marzo, el PIB transalpino se estancó en el segundo trimestre, y ya van 20 en los que Roma crece por rebajo del resto de sus ‘socios’ europeos. El Gobierno ha atribuido la reciente debilidad a la "amenaza del terrorismo la crisis migratoria y el Brexit". Mientras, las encuestas empresariales de junio apuntan a un inicio del tercer trimestre cuanto menos ‘lento’.
La caída del gasto de los consumidores, el desvanecimiento de los estímulos fiscales, el ascenso del petróleo, así como la falta de competitividad son los ‘culpables’ de esta pérdida de momentum que podría derivar el algo ‘peor’.
Reconocen desde Capital Economics que es cierto que se esperan nuevos apoyos desde el lado de los impuestos para el próximo ejercicio, si bien, la Comisión Europea (CE) ha advertido a Italia de la necesidad de nuevos ajustes… Pero también lo es que los problemas del sector financiero están lejos de solventarse, aunque aún no se han producido retiradas masivas de depósitos: "Pero el próximo referéndum podría desencadenarlas", destacan.
Y es que, en última instancia, explican, "podría dar lugar a un cambio de gobierno, dando más poder al antieuro Movimiento Cinco Estrellas". Recordemos que el primer ministro, Mateo Renzi, se ha comprometido a dimitir sino sale adelante la reforma constitucional sobre la que gira la consulta.
"Inversores y depositantes podrían recibir un duro golpe en el periodo previo a la votación, lo que sugiere que las cotizaciones del sector financiero seguirán sufriendo y la rentabilidad de la deuda italiana aumentando", afirman estos expertos. Además, creen que el país caerán en "recesión técnica durante la segunda mitad del año", por lo que rebaja sus previsiones para todo 2016 hasta el 0,5% desde el 1% previo (por debajo del consenso).
Coincide Bank of America Merrill Lynch al alertar sobre la pérdida de popularidad del Ejecutivo y la erosión en la confianza que han supuesto los problemas de la banca. Prevén asimismo una contracción del PIB del -0,1% para el tercer trimestre y apuntan: "Es bastante probable que la campaña del referéndum se inicie en un entorno macro deteriorado. Esto hace que la petición (de nuevo) de Renzi de una mayor flexibilidad fiscal en Europa de cara a 2017 sea aún más crucial".
De hecho, estos analistas afirman: "Si la demanda interna falla, el Gobierno se beneficiería de tener un plan listo para mantener las perspectivas de cara al año que viene".
Recordemos que justo tras el Brexit, Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM, señalaba que Italia es su "mayor preocupación". Su economía es la tercera mayor de la Zona Euro, su industria financiera suma 200.000 millones de morosidad y los niveles de deuda del Gobierno dejan poco margen para estímulos fiscales".
¿En qué consiste el referéndum?
Sin fecha fija de convocatoria (se espera a finales de octubre o principios de noviembre), la consulta sobre la reforma de la Constitución italiana plantea reducir el poder del Senado, que mantendría su derecho de voto sobre algunos temas, incluidos los propios cambios constitucionales y la ratificación de los tratados de la Unión Europea (UE), pero dejaría a la Cámara de Diputados las mociones de censura y las leyes presupuestarias.
"Las reformas propuestas están diseñadas para promover un gobierno más estable y agilizar la aprobación de cualquier nueva legislación", señala Capital Economics. Y es que, por ejemplo, ahora para formar y mantener un ejecutivo, el partido o coalición al cargo del mismo debe tener la aprobación de ambos órganos; o para que un proyecto se convierta en ley, el texto idéntico también tiene que contar con el visto bueno de las dos, yendo de una a otra hasta su luz verde definitiva en muchas ocasiones.
Los críticos, recuerda la firma, argumentan que estos cambios "no son democráticos y harían demasiado poderoso al gobierno de turno".
Sí, no obstante, se aceptan las modificaciones, Renzi permanecerá en su puesto y se espera que las próximas elecciones se celebren en mayo de 2018; pero, si por el contrario, no salen adelante y el primer ministro cumple con su ‘promesa’, es posible que "sea remplazado y el Gobierno continúe como hasta ahora", aunque, también podría convocar comicios anticipados o el ejecutivo "desmoronarse".
En este sentido, las últimas encuestas sugieren que el Movimiento Cinco Estrellas "lo haría bien en unas elecciones", pues el porcentaje que le separa del partido de Renzi es reducido.