Esta es la teoría que maneja María Municchi, especialista de inversiones adjunta del equipo de Multi-Activos de M&G, que, en su último post en Episode Blog, considera que "quizás exista la sensación de que los inversores se han sumido en un estado de aburrimiento casi melancólico ante el juego de adivinar si se subirán o […]
Dirigentes Digital
| 21 sep 2015
Esta es la teoría que maneja María Municchi, especialista de inversiones adjunta del equipo de Multi-Activos de M&G, que, en su último post en Episode Blog, considera que "quizás exista la sensación de que los inversores se han sumido en un estado de aburrimiento casi melancólico ante el juego de adivinar si se subirán o no los tipos y cuándo".
La experta reconoce que el mercado volverá a vivir esta situación varias veces más antes de que la Fed decida actuar. Y recuerda que algunos analistas han empezado a preguntarse "con razón" si el riesgo reside en retrasar demasiado la primera subida de tipos, en vez de subir los tipos demasiado pronto.
"El riesgo que surge es que el retraso de la subida de tipos presione la inflación en el futuro y que, más adelante, la institución se vea obligada a responder de forma más drástica", indica Keith Wade, economista jefe de Schroders.
Municchi reflexiona además sobre los mensajes contradictorios lanzados por el organismo presidido por Janet Yellen. "Por un lado, llegó a decir que la recuperación había avanzado lo suficiente como para justificar una subida de tipos en este momento y, por otro, ahora la Fed ha aludido a factores que van más allá del crecimiento interno y que las condiciones económicas mundiales (y la volatilidad de los mercados financieros a escala internacional) pueden influir en su decisión".
A juicio de Municchi, esta ampliación de los factores de los que depende una subida de tipos trae consigo una mayor complejidad en cuanto a los aspectos que han de analizar aquellos que tratan de predecir el próximo movimiento de la Fed. "¿Hay motivos para creer que estas condiciones cambiarán notablemente de cara a finales de año? ¿Y en 2016?", se pregunta Municchi. "¿Podemos prever con cierta exactitud cuándo amainarán los riesgos en los mercados emergentes? ¿Cuándo se estabilizarán los mercados? ¿Cuándo volverá a hacer acto de presencia la inflación?", insiste.
En su opinión, el contexto actual solo viene a reforzar la idea de que "gastar demasiada energía en tratar de extraer cualquier dato útil desde la perspectiva de la asignación de activos a largo plazo de la más mínima palabra o acción de los responsables de política monetaria no sólo resulta inútil, sino que también puede ser peligroso.
Para los expertos de JP Morgan AM, las palabras de la Fed revalidan su teoría de que los tipos se incrementarán a un ritmo más lento de lo esperado, lo que a su juicio limitará las pérdidas del mercado de bonos e incluso podría generar ganancias en ciertos segmentos. "La decisión también podría resultar positiva para los activos de mercados emergentes si los inversores se ven menos presionados para rotar sus carteras antes de que el capital fluya de forma generalizada hacia Estados Unidos". Sin embargo, podría limitar los avances de las bolsas estadounidenses.