La economía japonesa se contrajo un 1,4% en el cuarto trimestre de 2015 en tasa anualizada, según informa el gobierno. Se trata de un retroceso aún mayor del esperado por el promedio de analistas de Reuters. Pero además, supone una vuelta al terreno negativo tras un avance del PIB del 1,3% en el trimestre anterior. […]
Dirigentes Digital
| 15 feb 2016
La economía japonesa se contrajo un 1,4% en el cuarto trimestre de 2015 en tasa anualizada, según informa el gobierno. Se trata de un retroceso aún mayor del esperado por el promedio de analistas de Reuters. Pero además, supone una vuelta al terreno negativo tras un avance del PIB del 1,3% en el trimestre anterior.
Entre octubre y diciembre la economía japonesa se ha visto afectada por un menor consumo doméstico (que supone el 60% del PIB) que retrocedió un 0,8% respecto al trimestre anterior debido, según el ejecutivo, a unas débiles ventas en el sector textil. "Las altas temperaturas récord que se han registrado este invierno ha causado una caída de las ventas de ropa, y esto ha pesado mucho sobre el consumo doméstico", explicó el ministro nipón de Economía, Nobuteru Ishihara, en declaraciones a los medios nacionales.
Las exportaciones, otro de los motores de la economía nipona, cayeron un 0,9% a raíz del descenso de la demanda en Estados Unidos, así como en China y en otras economías emergentes. En el apartado positivo destaca el incremento de la inversión de capital del 1,4%, uno de los instrumentos que el primer ministro Shinzo Abe se ha propuesto activar para estimular la recuperación.
El gobierno nipón considera que "las bases de la economía nipona son buenas y que continúa con su tendencia de recuperación moderada". Sin embargo, el plan del primer ministro Abe, conocido como "Abenomics" está cada vez más en tela de juicio. Desde la llegada al poder del primer ministro conservador a finales de 2012, la economía nipona ha experimentado altibajos, y cayó en recesión técnica entre abril y septiembre de 2014 a raíz de la entrada en vigor del aumento del impuesto sobre el consumo.
Japón no ha sido ajeno, además, a la extrema volatilidad de los mercados mundiales en este comienzo de año. El Nikkei de Tokyo ha perdido un 17% mientras el Banco Central decidía situar los tipos de interés en el -0,1% por primera vez en la historia. El primer objetivo, forzar a los bancos a prestar dinero. El plan superior, alcanzar una inflación del 2% en 2017.