El PIB japonés vuelve en este tercer trimestre a contraerse. Al descenso del 0,7% registrado el trimestre anterior, se une una nueva contracción del 0,8% entre julio y septiembre según los últimos datos del Gobierno japonés. Según ha explicado el Ejecutivo, la contracción de la economía se debe a la caída de la demanda privada, […]
Dirigentes Digital
| 16 nov 2015
El PIB japonés vuelve en este tercer trimestre a contraerse. Al descenso del 0,7% registrado el trimestre anterior, se une una nueva contracción del 0,8% entre julio y septiembre según los últimos datos del Gobierno japonés.
Según ha explicado el Ejecutivo, la contracción de la economía se debe a la caída de la demanda privada, que retrocedió un 1,8% interanual, y al descenso de la inversión de capital corporativo. La inversión en capital corporativo, uno de los indicadores que el actual Gobierno de Shinzo Abe se ha propuesto incentivar para estimular la economía, ha caído un 5% interanual.
Sin embargo, el consumo doméstico arrojó un dato positivo a la economía japonesa, y avanzó un 2,1% en comparación con el tercer trimestre del año anterior, una cifra importante teniendo en cuenta que casi el 60% del PIB japonés corresponde al consumo doméstico. A su vez, las exportaciones crecieron un 10,9% interanual.
Según los analistas consultados por la agencia Reuters, estos datos destacan la necesidad de una reforma estructural. "Las dos primeras ‘flechas’ de Abenomics de estímulo monetario y fiscal estaban destinadas a ganar tiempo, pero fracasó en progresar con dolorosas medidas necesarias para para aumentar su potencial de crecimiento", opinaba a Reuters Hiroshi Shiraishi, economista de BNP Paribas Securities. "Sin la reforma de la ‘tercera flecha’ el potencial de crecimiento de la economía sigue siendo bajo, haciéndolo vulnerable a las crisis y sufriendo recesiones más a menudo", añadió.
El ministro de economía japonés, Akira Amari, destacó en rueda de prensa que uno de los problemas a los que se enfrentan es la escasez de mano de obra disponible para llevar a cabo proyectos de obras públicas que impulsen la economía.
Mientras tanto, las perspectivas de crecimiento para Japón siguen siendo débiles, aunque los analistas apuntaban a una contracción cercana al 0,2%, inferior al dato real. El primer ministro Abe se ha centrado a través del "Abenomics" en potentes estímulos por parte del banco central con lo que ha logrado animar el mercado de valores, bajo el tipo de cambio del yen (que ha beneficiado a las exportaciones) y frenar la continua deflación. Sin embargo, se mantiene con los importantes desafíos de aumentar los ingresos, el gasto y la inversión.