La fusión entre Johnson Controls y Tyco, que se espera esté completada para final de año, está diseñada para que la sociedad estadounidense transfiera su domicilio fiscal a Irlanda y así beneficiarse de menores impuestos que en Estados Unidos, algo que ha vuelto a desatar la polémica en el país como ya sucediera con la […]
Dirigentes Digital
| 26 ene 2016
La fusión entre Johnson Controls y Tyco, que se espera esté completada para final de año, está diseñada para que la sociedad estadounidense transfiera su domicilio fiscal a Irlanda y así beneficiarse de menores impuestos que en Estados Unidos, algo que ha vuelto a desatar la polémica en el país como ya sucediera con la fusión entre las farmacéuticas Pfizer y Allergan.
Según calculan las dos empresas, este acuerdo les beneficiará en materia fiscal con un ahorro de hasta 150 millones de dólares al año, unos 500 millones en tres años; un dinero que argumentan irá destinado a la investigación y el desarrollo.
Los beneficios fiscales para Johnson no serán tan elevados como en el caso de Pzifer, pero la noticia ha reavivado el tema en Estados Unidos, hasta el punto que la candidata demócrata a la presidencia estadounidense Hillary Clinton ha manifestado su opinión en un comunicado que recoge Bloomberg. Clinton ha expresado su compromiso para evitar este tipo de fugas de inversión en Estados Unidos y ha anunciado en su plan se incluye un "impuesto de salida" para aquellas empresas que dejen el país para pagar menos impuestos.
El senador por Vermont Bernie Sanders, uno de los rivales de Clinton en la carrera demócrata, también criticó el acuerdo, calificándolo de "desastre para los contribuyentes estadounidenses". Otros políticos, según Reuters, han aprovechado la ocasión para criticar las debilidades del sistema fiscal estadounidense.
Detalles de la fusión
Tras las pérdidas de ambas compañías en la Bolsa de Nueva York se decididó lLos accionistas de Johnson Controls serán propietarios del 56% de la compañía resultante tras la fusión y los accionistas de Tyco, del resto, gracias en parte a una compensación de 3.900 millones de dólares que recibirán en efectivo los accionistas de Johnson Controls.
La sociedad resultante tendrá una cifra de negocio que alcanzará los 35.000 millones de dólares y será dirigida por el actual consejero delegado de Johnson Controls, Alex Molinaroli.