En su recomendación, JP Morgan mantiene un consejo de neutral para todas las entidades, salvo para Banco Popular, el único sobre el que aconseja infraponderar. A la entidad presidida por Ángel Ron también le ha recortado el precio objetivo hasta los 3,49 euros por acción, frente a los 4 euros que mantenía hasta ahora y […]
Dirigentes Digital
| 15 oct 2015
En su recomendación, JP Morgan mantiene un consejo de neutral para todas las entidades, salvo para Banco Popular, el único sobre el que aconseja infraponderar. A la entidad presidida por Ángel Ron también le ha recortado el precio objetivo hasta los 3,49 euros por acción, frente a los 4 euros que mantenía hasta ahora y los 3,7 euros que su cotización ronda actualmente.
No ha sido la única entidad en la que JP Morgan ha metido la tijera. Dentro de la banca mediana, Sabadell sufre un recorte en su precio objetivo de 2,65 euros hasta 2,40 euros por acción. Aún así, el castigo es menos duro si se tiene en cuenta que esta cifra otorga un potencial alcista a la compañía del 22% respecto a su precio de cotización actual.
Entre las grandes, destaca la rebaja en el precio objetivo de CaixaBank desde los 4,80 euros hasta los 4,50 euros por acción. En el caso de Bankia, la entidad también ha recortado el precio hasta los 1,37 euros por título.
Las previsiones para las entidades de cara a la recta final del año difieren entre los expertos. Más allá de los "vientos en contra" externos, Renta 4 advierte sobre el segundo semestre más débil, pues "la corrección del coste del pasivo minorista y mayorista seguirá constituyendo la base de un margen de intereses que esperamos mantenga una senda de crecimiento en términos interanuales, aunque ‘flojo’ en comparativa trimestral sin descartar una evolución negativa".
De cara a 2016, la firma prevé que "la mejora del margen de intereses sea el talón de Aquiles de la banca, una vez que el recorrido del ajuste del coste del pasivo sea menor y todo quede supeditado al incremento de la rentabilidad del activo y de volúmenes". En este sentido, y con el objetivo de mejorar la rentabilidad, consideran que "los movimientos corporativos serán un factor importante en el medio/largo plazo, para lograr una mayor diversificación ya sea geográfica o de mix de negocio. Unas operaciones que sugieren un riesgo de ampliaciones de capital en un contexto donde entendemos que el pago en efectivo no será la primera opción".
Con todo, no observan "catalizadores para la segunda mitad del año en el sector, por lo que nos mantendríamos al margen a pesar de las recientes caídas, a la espera de que se disipen las dudas sobre la rentabilidad y se vea una evolución más sostenida de los ingresos básicos y menor dependencia de los ROF".
Por su parte, Marco Troiano, analista de Scope, habla de renacimiento de la banca española en los últimos tiempos, ante la eliminación de préstamos dudosos a "velocidad récord" desde comienzos de 2014. Un proceso que espera se acelere aún más: "El volumen de activos impagados podría descender alrededor de un 22% a finales de año en comparación con el año anterior, un 31% menos que los máximos alcanzados tras el estallido de la crisis financiera".
Con todo, a pesar de su visión optimista, la firma cree que aún es pronto para asegurar que "todo está limpio: los bancos españoles todavía necesitan sanear sus balances, de lo contrario, los préstamos impagados podrían ser un riesgo en la próxima desaceleración cíclica". Esto se puede aplicar especialmente a aquellos con un foco doméstico y una escasa actividad internacional.