Finalmente han sido 422 los eurodiputados que, en secreto y a través de su papeleta, han dado su voto a Jean-Claude Juncker, el ex-primer ministro de Luxemburgo y ex-presidente del Eurogrupo que el pasado 25 de mayo se alzaba con la victoria en las elecciones europeas. La cifra, muy superior a la de 376 que el candidato […]
Dirigentes Digital
| 15 jul 2014
Finalmente han sido 422 los eurodiputados que, en secreto y a través de su papeleta, han dado su voto a Jean-Claude Juncker, el ex-primer ministro de Luxemburgo y ex-presidente del Eurogrupo que el pasado 25 de mayo se alzaba con la victoria en las elecciones europeas.
La cifra, muy superior a la de 376 que el candidato necesitaba para sustituir al también conservador José Manuel Durao Barroso como presidente de la Comisión Europea, se debe al pacto de estabilidad alcanzado por populares, socialistas y liberales, en virtud del cual el socialista alemán Martin Schulz ya había logrado 409 votos en su reelección como presidente de la Eurocámara el pasado 1 de julio.
En contra han votado 250 eurodiputados, entre los cuales presumiblemente se han encontrado los 14 de la delegación del PSOE, cuyo nuevo secretario general, Pedro Sánchez, había hecho público el rechazo de su grupo "al padre de las políticas austericidas" en referencia al candidato luxemburgués. El mismo argumento habían empleado los eurodiputados de Izquierda Unitaria, mientras que otros como los Conservadores y Reformistas Europeos, los ‘tories’ británicos y los euroescépticos del UKIP también habían mostrado su rechazo al candidato, aunque en su caso por considerarlo demasiado europeísta. De los 57 votos restantes, 47 han sido abstenciones y 10 declarados nulos.
Plan de 300.000 millones de euros para impulsar el crecimiento
Antes de eso, en su discurso como candidato designado, Junker ha prometido a la Eurocámara que implementará un plan para movilizar 300.000 millones de euros en inversiones público-privadas durante los tres primeros meses de su mandato, que comenzará en noviembre, con el objetivo impulsar el crecimiento y el empleo en Europa.
"Tengo la intención de presentar, dentro de los tres primeros meses de mi mandato y en el contexto de la revisión de la Estrategia Europa 2020, un ambicioso Paquete de empleo, crecimiento e inversión", ha afirmado.
No obstante, ha aclarado que no se trata de incrementar las inversiones, sino de reordenarlas para aprovechar mejor los recursos existentes. "Necesitamos inversiones más inteligentes y dirigidas al logro de objetivos específicos", ha recalcado, al tiempo que ha insistido en la necesidad de flexibilizar la reglamentación para facilitar el acceso a fondos públicos.