Desde que llegara al poder en 2007 inaugurando lo que comenzó a llamarse el ‘kirchnerismo‘ tras la presidencia de su marido, Néstor Kirchner, Cristina ha tenido que hacer frente a numerosas crisis. La última ha estado relacionada con el Sindicato de Camioneros, que llevó a cabo una huelga sectorial en varias ciudades del país. Este […]
Dirigentes Digital
| 05 jun 2015
Desde que llegara al poder en 2007 inaugurando lo que comenzó a llamarse el ‘kirchnerismo‘ tras la presidencia de su marido, Néstor Kirchner, Cristina ha tenido que hacer frente a numerosas crisis. La última ha estado relacionada con el Sindicato de Camioneros, que llevó a cabo una huelga sectorial en varias ciudades del país.
Este paro se une a la huelga general que en abril paralizó al país. La razón de la protesta es la falta de actualización del impuesto de la renta ante la inflación. En Argentina, el IPC roza el 30% por lo que se teme que la subida salarial quede diluida por el impuesto a la renta.
Por lo tanto, a falta de escasos meses para que el país se de cita en las urnas, los sindicatos salen a la calle para rechazar el impuesto que se aplica a los salarios superiores a los 1.700 dólares mensuales. Según el Gobierno, esta tasa impositiva sólo afectaría al 10% de los trabajadores del país pero, sin embargo, ha conseguido un seguimiento generalizado.
Sus datos, en el punto de mira
A esta crisis hay que añadir la desconfianza que generan sus datos en el Fondo Monetario Internacional (FMI). El organismo dirigido por Christine Lagarde asegura que el país no ha tomado las medidas necesarias para que sus sus estadísticas se adecuen a los estándares globales.
El FMI, a través de un comunicado, ha señalado que "Argentina aún no está en pleno cumplimiento con su obligación bajo el Artículo VIII, Sección 5 respecto a la exacta provisión de los datos del IPC y del PIB al Fondo".
En 2013, Argentina ya se colocó en el punto de mira del organismo porque sus datos de PIB e inflación no eran precisos, por lo que cabía la posibilidad de recibir sanciones.