El diseñador francés Laurent Vicenti, se ha inspirado en las curvas generosas e intemporales de la botella Grand Siècle imaginando dos asas, con líneas fluidas y minimalistas, que surgen de la fina base y se entrelazan de forma natural envolviendo el cuello de la botella. La nueva "Aiguière Grand Siècle" aporta a Laurent-Perrier un toque […]
Dirigentes Digital
| 12 oct 2014
El diseñador francés Laurent Vicenti, se ha inspirado en las curvas generosas e intemporales de la botella Grand Siècle imaginando dos asas, con líneas fluidas y minimalistas, que surgen de la fina base y se entrelazan de forma natural envolviendo el cuello de la botella.
La nueva "Aiguière Grand Siècle" aporta a Laurent-Perrier un toque de modernidad respetando a la vez los valores que alientan el espíritu de la Maison: el respeto del saber-hacer, la excelencia, el refinamiento, la belleza del gesto al servicio de un arte de vivir y de recibir típicamente francés.
La historia del Aguamanil
El Aguamanil es según la RAE, un utensilio formado de un asa y una boca con un pico destinado a contener y servir agua. En la actualidad, se ha recuperado el término para crear una garrafa de vidrio o cristal con un asa y una boca en plata o peltre dedicada a la efusión de los vinos.
Además de perdurar durante siglos, ha variado mucho su uso en función de las épocas y los países. Se encontró en la antigüedad griega así como en las artesanías chinas y musulmanas. En el Renacimiento fue especialmente utilizada como un aguamanil para lavarse las manos durante el curso de una comida. Era costumbre que los comensales comieran con los dedos. En las casas aristocráticas, el aguamanil y su palangana se presentaban a los invitados por los sirvientes. En la clase media y los hogares de la clase trabajadora se colocó en un aparador y se utilizan como lavabo.
En el siglo XVII, el gusto por las cosas buenas de la vida creció y con ello aumentó la producción y utilización del aguamanil, no sólo para los baños privados, sino también para mantener el agua fría o para servir el vino de la mesa. Poco a poco, fue perdiendo su papel como "fuente de agua" en un aparador y ahora es parte de las piezas de servicio: cuatro fueron incluidas en el inventario de los muebles de la Corona el 20 de febrero de 1673.
El objeto fue retratado en gran medida en las pinturas del siglo XVII, sobre todo en las obras de Johannes Vermeer. El aguamanil es un raro testimonio de la producción de platería y peltre, y más concretamente de la vajilla.
