La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha estimado que el componente común para el conjunto de la economía española del shock de incertidumbre tiene un impacto entre 0,4 y 1,2 % del PIB en 2018, lo que supondría una pérdida de riqueza de algo más de 13.000 millones de euros. Esta horquilla varía dependiendo del […]
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| 18 oct 2017
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha estimado que el componente común para el conjunto de la economía española del shock de incertidumbre tiene un impacto entre 0,4 y 1,2 % del PIB en 2018, lo que supondría una pérdida de riqueza de algo más de 13.000 millones de euros. Esta horquilla varía dependiendo del grado de permanencia del escenario estresado, por lo que el escenario oficial presenta riesgos a la baja. Las previsiones de crecimiento incluidas en el Proyecto del Plan Presupuestario incorporan una revisión al alza en 2017, pero anticipan una corrección a la baja significativa para 2018, consecuencia del escenario de incertidumbre política e institucional en Cataluña, cuyo impacto puede estimarse en 3-4 décimas de PIB. Las hipótesis básicas que sustentan el escenario macroeconómico se consideran factibles y reflejan unos riesgos derivados del entorno exterior equilibrados. Además, el impacto de la incertidumbre asociada a la situación en Cataluña incorporado a las previsiones oficiales, entre 3-4 décimas del PIB, es prudente y parece contemplar un escenario en el que la crisis institucional sea de relativa corta duración. La realización de previsiones macroeconómicas en un entorno de inestabilidad política como el actual resulta particularmente compleja y se enfrenta a retos metodológicos que hacen que la incertidumbre asociada a las previsiones sea superior a un ejercicio en condiciones normales. Este efecto se traduciría en un deterioro del saldo presupuestario (entre 2 y 5 décimas), a través de unos menores ingresos y el efecto denominador del PIB, lo que a su vez comprometería el cumplimiento del déficit previsto en el Plan para 2018 (2,3% del PIB, una décima por encima del objetivo fijado), reduciendo su factibilidad. Los riesgos a la baja, además, se materializarán si junto al componente común se incluye el componente idiosincrático asociado a la perturbación en la actividad de Cataluña, que conllevaría también efectos negativos para el resto de España. La información anticipada por los indicadores coyunturales más recientes consolida en el segundo semestre de 2017 el ritmo observado en los primeros meses del año, con unas tasas intertrimestrales próximas al 0,8%, y apunta a una tasa anual por encima del 3%. Este dinamismo, unido a una mejoría del entorno exterior, con una política monetaria retrasando la retirada de estímulos, una zona euro más dinámica y riesgos globales contenidos, propician un crecimiento relativamente elevado en el entorno del 2,7% en ausencia de perturbaciones y de medidas de política económica, incluso ligeramente por encima de las previsiones oficiales previas de la Actualización del Programa de Estabilidad en abril (2,5) y la aprobación del Techo de Gasto en julio (2,6%). La actualización incluida en el escenario que acompaña el Proyecto del Plan Presupuestario 2018 anticipa, sin embargo, una corrección a la baja hasta el 2,3%, justificada por la incorporación del impacto negativo en la demanda interna de un shock de incertidumbre debido a la actual situación política en Cataluña. Puede deducirse, por lo tanto, que el efecto del shock incorporado al escenario oficial estaría en el entorno de 3-4 décimas. Según la AIReF, la realización de previsiones macroeconómicas en un entorno de inestabilidad política como el actual resulta particularmente compleja y se enfrenta a retos metodológicos que hacen que la incertidumbre asociada a las previsiones sea superior a un ejercicio en condiciones normales.