La mitad de los bancos están condenados a desaparecer en 10 ó 15 años y los que sobrevivan ya no serán bancos. No son los presagios de ningún joven gurú tecnológico. Es la previsión de un veterano banquero, de los más reconocidos internacionalmente. De Francisco González, presidente de BBVA, que ha puesto patas arriba al […]
Dirigentes Digital
| 16 oct 2016
La mitad de los bancos están condenados a desaparecer en 10 ó 15 años y los que sobrevivan ya no serán bancos. No son los presagios de ningún joven gurú tecnológico. Es la previsión de un veterano banquero, de los más reconocidos internacionalmente. De Francisco González, presidente de BBVA, que ha puesto patas arriba al banco para liderar la revolución digital que afronta la banca. La industria vive un momento decisivo, parecido al que pasó hace unos años el sector de contenidos audiovisuales por el impacto de la tecnología. Semejante a la extinción de los dinosaurios hace 65.000 millones de años, cuando solo unos pocos lograron perpetuarse, los que se adaptaron al nuevo entorno lograron sobrevivir. Para hacerse una idea del cambio que está sufriendo el sector, coexiste el negocio clásico de libretas, cuentas corrientes, depósitos e hipotecas con nuevos modelos de última generación como el crowdlending, los pagos P2P (Payments), el FX P2P o el Online-Investment Adviser; impulsados por innovadoras fintech (empresas tecnológicas dedicadas al sector financiero), que están sustituyendo los elementos más valiosos de la cadena del negocio bancario. Una amenaza para la banca que podría sufrir una reducción del 40% de los ingresos y del 60% de los beneficios en los próximos diez años, según datos de la consultora McKinsey. Pero lo que realmente teme la banca tradicional es a las grandes tecnológicas como Google, Apple, Amazon, PayPal o Facebook. Compañías con una capacidad financiera superior a la de los bancos y con estructuras ágiles y competitivas que las sitúan a la cabeza de la innovación. Hace años que ya han lanzado sus propios productos en la Red, aunque todavía no han entrado de lleno en el negocio core de la banca. “No veremos un Facebook Bank o un Google Bank porque ninguna de las grandes tecnológicas está dispuesta a soportar el peso regulatorio”, explica Rodrigo García de la Cruz, director del Programa Directivo de Innovación y Tecnología Financiera del Instituto de Estudios Bursátiles. Por no hablar del escaso atractivo que plantea hoy el sector financiero debido a la baja rentabilidad que ofrece. La mayoría de los grandes espadas del sector ha asumido que tienen que “renovarse o morir”. Aunque sigue habiendo dirigentes que se aferran a las barreras regulatorias del sistema para evitar una invasión masiva de nuevos competidores. El presidente de Banesco y Abanca, Juan Carlos Scotet, reconocía públicamente que le costaba trabajo imaginar que los reguladores permitieran la entrada de nuevos actores. Una visión tradicional del negocio que se une al mantra que plantean otros dirigentes, como la importancia de la oficina física, que será siempre necesaria. Puede leer el reportaje completo en la revista DIRIGENTES del mes de octubre