Según datos de JP Morgan AM, la búsqueda de altos dividendos se ha reflejado en el comportamiento de la renta variable en lo que llevamos de año, con los sectores del S&P 500 con mayores dividendos registrando algunas de las mejores rentabilidades (por precio) en 2016 hasta la fecha. "Con unos activos de renta fija […]
Dirigentes Digital
| 26 ago 2016
Según datos de JP Morgan AM, la búsqueda de altos dividendos se ha reflejado en el comportamiento de la renta variable en lo que llevamos de año, con los sectores del S&P 500 con mayores dividendos registrando algunas de las mejores rentabilidades (por precio) en 2016 hasta la fecha. "Con unos activos de renta fija por valor por encima de 13 billones de dólares ofreciendo una Tir negativa, se entiende que los inversores hayan recurrido a la renta variable de gran capitalización como una solución potencial para cubrir sus necesidades de rentas", indican desde la gestora.
Sin embargo, advierten que esta "caza" de la rentabilidad por dividendo ha empujado las valoraciones al alza. "Por ejemplo, el ratio precio/ventas del sector de servicios públicos en EEUU se encuentra ahora 3 desviaciones standard por encima de su media de largo plazo", recuerdan, explicando que los inversores no deberían perder la perspectiva de las valoraciones en su batalla desesperada para conseguir la rentabilidad por dividendo.
Aún así, los datos históricos demuestran cómo los dividendos han formado parte en gran medida de las rentabilidades obtenidas en los últimos años. De hecho, desde 2010, cerca del 20% de la rentabilidad total en la renta variable vino de los dividendos. "Es de esperar que ese porcentaje aumente de manera significativa", indican en un reciente análisis los expertos de Morningstar, en el que se demuestra cómo en los últimos 10, 20 o incluso 30 años la rentabilidad por dividendo de un índice como el S&P 500 se ha situado en torno al 2% anual. "Esta observación nos lleva a una conclusión práctica muy interesante: en un contexto de bajo crecimiento y bajas rentabilidades como el que probablemente viviremos en el futuro próximo, los dividendos serán una parte importante de la rentabilidad final".
La inversión centrada en la generación de rentas es una estrategia que ha ganado peso en la oferta de las gestoras en los últimos años, ante el objetivo de ofrecer a los clientes alternativas en un contexto en el que la pura situación demográfica obliga a buscar productos complementarios en el ahorro para la jubilación.
"Tradicionalmente, los jubilados recurrían a las inversiones en renta fija para conseguir el deseado flujo de rentas constantes, pero en un entorno de crecimiento y rendimientos bajos, las rentabilidades sobre los bonos probablemente caigan por debajo de las expectativas de muchos jubilados y sus necesidades de gasto", advierten desde Fidelity. Así, consideran que las estrategias de renta variable con reparto de dividendo ofrecen rentabilidades más altas y constituyen una alternativa atractiva.
Según cálculos de Fidelity, hace más de 20 años, en 1995, las empresas reinvertían 3,80 dólares por cada dólar que repartían a sus accionistas. En 2014, esta cifra había caído hasta apenas 1,70 dólares". Por eso, aconsejan ser selectivos y crear estrategias muy meditadas, ya que, a diferencia de los cupones de los bonos, los pagos de dividendos no están garantizados. Y menos si el periodo de inversión vuelve a las empresas tras unos años de acumulación de cash que ahora podrían dar salida hacia nuevos proyectos.
Para Alex Crooke, director del equipo de Global Equity Income de Henderson Global Investors, "aplicar un enfoque global a la búsqueda de rentas periódicas ayuda en gran medida a los inversores a reducir su dependencia de una sola región del mundo, lo que brinda un crecimiento de los dividendos más estable a largo plazo del que un único país podría ofrecer en condiciones normales".