Un año más de cara al verano,
Cerveceros de España (CdE) publica su informe socioeconómico del sector, un indicador de la economía real tan fiable como el de la factura energética; y tan descriptivo como los picos de consumo de agua durante el descanso de un partido de fútbol. Y ya sabemos lo que pasó en el mundial de Brasil con la selección española: a los 135 minutos ya estaba eliminada… con el consiguiente fiasco en las expectativas del colectivo hostelero, y desde luego el de anunciantes y patrocinadores de todo tipo, desde coches coreanos hasta cuchillas de afeitar de triple hoja, pasando por televisores led de gran formato, y con
Mediaset achicando la caja. "No ha sido una buena noticia, precisamente", nos comentaba lacónico Jacobo Olalla Marañón, director general de CdE.
Sin embargo, a pesar de este contratiempo, las cifras aportadas parecen que invitan al optimismo, pues traslucen una cierta recuperación del sector cervecero: por primera vez en cinco años, las ventas trimestrales de junio a septiembre de 2013 crecieron respecto a las 18 anteriores. "Los indicios de repunte se han mantenido en los dos siguientes trimestres, y de cara a la presente campaña veraniega somos muy optimistas", continúa Olalla. "Este incremento vino precedido de la decisión de mantener la tasa impositiva de la cerveza. La estabilidad fiscal ha contribuido, junto con la llegada récord de turistas, a estimular el consumo en hostelería, donde aumentó el número de veces que se pidió una caña. Igualmente, el incremento sustancial de las exportaciones, que se han duplicado en los últimos cuatro años, también ha contribuido en su medida y pone de manifiesto la apuesta por la internacionalización de las compañías cerveceras".
El
informe hace un exhaustivo repaso de los puntos más calientes en los que se comprueba cómo la cerveza, un producto milenario que acompaña a la humanidad desde que se hizo sedentaria, influye transversalmente en los más variados campos económicos, medioambientales, sociales o de salud, por citar sólo los principales. "La cerveza cuenta con una larguísima historia en nuestro país, se han descubierto vestigios de más de 5.000 años de antigüedad, estando ya presente en la cultura celtíbera, si bien entonces se trataba de una bebida más bien áspera", relata la ministra Isabel García Tejerina, anfitriona del informe en el que colabora muy directamente su cartera de Agricultura, Alimentación y Medioambiente.
Tocando todos los palos
"El informe de 2013 nos indica su valor económico: 14.600 millones de euros, el equivalente al 1,4% del PIB", añade la ministra. "Pero detrás de estas cifras hay un largo proceso que comienza en el campo con la siembra y transformación de las materias primas. El 12% de la superficie de cultivo de nuestro país está dedicada a la cebada de variedad cervecera, y respecto a la producción del llamado oro verde, el lúpulo, ocupamos ya el sexto lugar en la UE y el décimo del mundo".
Toda esta producción es absorbida por los productores cerveceros, "prácticamente la totalidad de la cebada nacional se dedica a la cerveza, que se trata en las siete malterías distribuidas por el territorio español, a la que cabe añadir unas 50.000 toneladas de adjuntos (otros cereales como maíz, trigo y en menor medida arroz), así como el millón de kilos en flor de lúpulo… la cosecha de septiembre ha sido inferior en cantidad a la de otros años, pero superior en calidad", dice Olalla. Y es que no en balde todos estos años de recesión también han afectado notoriamente al consumo de cerveza, y correlativamente a sus cifras de producción. Ello no quiere decir que se haya producido un brusco descenso, todo lo contrario, ha habido solo una relativa disminución gracias a que otros factores han contribuido ha mantener la producción de los seis grupos fabricantes agrupados en Cerveceros de España.
Por capítulos, éste fue el primer punto que se repasó. La producción global durante 2013 fue de 32,7 millones de Hl, un 1,86% menos, lo que supuso un descenso inferior al producido en 2012 que llegó al 2%. A pesar del descenso, somos el cuarto productor europeo y el décimo mundial. "Esta atenuación de la caída respondería a la recuperación de la hostelería, cuya facturación creció cuatro meses consecutivos a partir de agosto pasado. Fue precisamente en noviembre de 2013 cuando los ingresos de bares y restaurantes experimentaron una subida próxima al 3%, siendo la mayor desde el inicio de la crisis económica", expresaba Olalla.
Y es que se puede decir que "el número de veces que se pidió una cerveza" en un establecimiento hostelero aumentó cerca del 12%, frente al descenso del 4,5% producido en 2012. Sin embargo, a nadie se le escapa que es el sector hostelero uno de los mayores damnificados en esta crisis, con una caída global de su facturación del 24%. Pero es precisamente la cerveza la que más contribuye a mantener esos negocios y frenar el cierre de aún más establecimientos. "El 62% del consumo de cerveza se produce en el canal hostelería y restauración, en donde sus ingresos netos dependen de entre un 25 y 40% de la cerveza, mayor cuanto más pequeño se es (y pequeño se entiende con menos de diez empleados), por su capacidad para impulsar el gasto en otros productos como son raciones y pinchos", señala el director general de CdE.
Una cadena de valor
El empleo directo e inducido del sector se puede cifrar en torno a las 257.000 personas (87% en hostelería, 9% en agricultura y sólo 3% en las marcas cerveceras), quienes generan anualmente unas plusvalías de 7.000 millones de euros "aguas arriba, aguas abajo, según la consultora PwC", indica Olalla. Sólo en capítulo de impuestos, el Estado recauda anualmente unos 3.400 millones de euros (las tres cuartas partes a través de los bares), y que incluye los 327 millones de euros que se impone directamente al fabricante, donde cabe mencionar el tratamiento discriminatorio respecto a las otras bebidas fermentadas que sufre la cerveza -10 euros por hectolitro producido-, superior a la sidra o al vino que sin embargo tiene mayor graduación. El resto viene derivado de las cotizaciones a la Seguridad Social y el IRPF de los trabajadores.
"Empleo y recaudación se alzan como dos de los principales eslabones de una cadena de valor, la de la cerveza, que aporta a la economía de nuestro país 7.000 millones de euros en concepto de valor añadido", afirmó Olalla. Sin embargo, CdE trabaja diversos escenarios a futuro, que podrían ser menos halagüeños. "Esta aportación de la cerveza a través de sus sinergias con la hostelería y el turismo se vería mermada en caso de modificarse el actual marco fiscal, del que tanto se habla. Si el impuesto especial aumentase un 10%, el consumo de esta bebida sufriría una caída de más de 20 millones de litros, de los cuales 12 se perderían en bares y restaurantes; la consecuencia directa sería la desaparición de 1.300 puestos de trabajo, la mayoría en hostelería, un sector que en 2013 sí pudo emplear a 90.900 personas más; y consecuentemente también habría una reducción superior a los 4 millones de euros en la recaudación del Estado. Y si hablamos de en una hipotética variación del tipo de IVA del actual 10% al 21%, se destruirían 15.000 puestos de trabajo y se consumirían 163 millones de litros menos de cerveza", que difícilmente compensaría lo nuevo recaudado.