Es la segunda oleada de despidos en el país latinoamericano después de que a comienzos de febrero el gigante de Detroit despidiera a otros 517 empleados. Los trabajadores afectados son de la fábrica de General Motors en Sao Caetano do Sul y estaban desde el pasado octubre sin trabajar, aunque cobrando salario, y tenían previsto […]
Dirigentes Digital
| 01 mar 2016
Es la segunda oleada de despidos en el país latinoamericano después de que a comienzos de febrero el gigante de Detroit despidiera a otros 517 empleados.
Los trabajadores afectados son de la fábrica de General Motors en Sao Caetano do Sul y estaban desde el pasado octubre sin trabajar, aunque cobrando salario, y tenían previsto regresar a sus puestos la semana próxima. A principios de febrero, General Motors anunció el despido de otros 517 trabajadores de otra de sus plantas brasileñas, la de Sao José dos Campos. Es un nuevo jarro de agua fría para Brasil cuyo sector del automóvil está inmerso en una profunda crisis.
Según la Federación Nacional de Distribución de Vehículos Automotores (Fenabrave), que representa a las concesionarias de Brasil, las ventas de vehículos nuevos en Brasil retrocedieron un 26,5 % en 2015. Las ventas se situaron en 2,5 millones de unidades, el peor dato desde 2007 y la tercera caída anual consecutiva. El descenso de las ventas estuvo acompañado por una fuerte caída de la producción, que se desplomó un 22,8 % el pasado año, hasta los 2,4 millones de unidades, lo que supuso un retroceso hasta los niveles de 2006, según Anfavea.
Como consecuencia, los despidos aumentan y, según Anfavea, "el nivel de empleo es el de 2010 mientras el de producción corresponde a 2006". Es decir, el ajuste de plantilla será la tónica general durante 2016.
Para evitar los despidos masivos, la industria está llevando a cabo medidas como la suspensión temporal de contratos y la adhesión al Programa de Protección al Empleo, propuesto por el Gobierno federal y que contempla una reducción de la jornada laboral y de los salarios.