Según gana perspectiva el escándalo de emisiones del mayor fabricante de coches del mundo, se conocen detalles y explicaciones de por qué una de las compañía con más reputación tiró por la borda años de trayectoria empresarial por ahorrar millones. El semanal germano Bild am Sonntag ha arañado en las confesiones de los ingenieros que […]
Dirigentes Digital
| 08 nov 2015
Según gana perspectiva el escándalo de emisiones del mayor fabricante de coches del mundo, se conocen detalles y explicaciones de por qué una de las compañía con más reputación tiró por la borda años de trayectoria empresarial por ahorrar millones.
El semanal germano Bild am Sonntag ha arañado en las confesiones de los ingenieros que estuvieron involucrados en el escándalo y demuestra que en la compañía había un control directivo vertical que impedía que los acontecimientos se desarrollaran de otra manera. El miedo define la situación como "la cultura del miedo" por la cual los trabajadores que no vieron posibilidad alguna de alcanzar por vías legales las metas fijadas por el dimitido presidente de la compañía, pero el temor a represalias presionó para que se decidieran por la manipulación de los motores para cumplirlas.
Los ingenieros no se atrevieron a plantear el problema por miedo a sufrir represalias por parte de la cúpula del consorcio. El "Bild am Sonntag" asegura que actualmente está saliendo a la luz que durante años en VW rigió una "cultura del miedo" que contribuyó a que los ingenieros incurrieran en irregularidades.
Una teoría que se ve refrendada por el nuevo presidente de VW, Mathias Müller, que al asumir el cargo se comprometió a una cultura empresarial más abierta y con menos presiones.