2017 fue el año de los dramas que no tuvieron lugar ni en los mercados desarrollados ni en los emergentes. El presidente Trump no frenó el comercio internacional, Kim Jong-un no comenzó un conflicto nuclear y los mercados de valores no colapsaron tras las subidas de tipos de la Fed. Lo que sí hicieron los […]
Dirigentes Digital
| 19 feb 2018
2017 fue el año de los dramas que no tuvieron lugar ni en los mercados desarrollados ni en los emergentes. El presidente Trump no frenó el comercio internacional, Kim Jong-un no comenzó un conflicto nuclear y los mercados de valores no colapsaron tras las subidas de tipos de la Fed. Lo que sí hicieron los mercados de renta variable fue vigilar los fundamentales, con un crecimiento global que se recupera y ganancias que mejoran no solo en los mercados desarrollados, sino también en los emergentes. Francamente, según apuntan desde Robeco, se espera que ocurra más de lo mismo en 2018: “un crecimiento sostenido de los beneficios y los mercados haciendolo bien, siempre y cuando los bancos centrales se mantengan alerta y procedan de acuerdo con el repunte del crecimiento mundial. Esperamos, al menos, tres alzas de tipos y el inicio de la reducción cuantitativa en los EE. UU., por su parte creemos que el Banco Central Europeo no comenzará a ajustar su actual politica monetaria antes de septiembre de 2018″. Al observar los diferentes mercados, se observan, según estos expertos, dos discriminantes principales: en primer lugar las valoraciones, ya que “las acciones europeas están más baratas que las estadounidenses y japonesas, y las de los mercados emergentes son más baratas, en general, que las de los mercados desarrollados”. El Segundo discriminante es la revisión de los beneficios, que, según su opinión, podría estar cerca “de alcanzar un máximo en 2018 para los mercados desarrollados, y que se están iniciando positivamente en los mercados emergentes”. No todos los mercados emergentes son iguales Los mercados emergentes se comportan de forma convincente frente a los desarrollados. Los emergentes muestran un descuento del 25% sobre los mercados desarrollados (en función del ratio precio-beneficio) y se encuentran en una etapa de recuperación, en particular frente a los EE. UU. Dicho esto, no todos los mercados emergentes son iguales, explica Robeco. Si bien las perspectivas de crecimiento general entre los mercados emergentes están mejorando, “existen profundas diferencias”. Las perspectivas para Asia son saludables, incluso cuando se incluye a China, donde “esperamos que las cifras de crecimiento bajen solo gradualmente. Sin embargo, a diferencia de Asia, el crecimiento en América Latina es decepcionante”. En Brasil, el crecimiento económico parece estar volviéndose positivo, pero sigue siendo bajo y el déficit fiscal aún es muy grande. México muestra cierta fortaleza, pero las perspectivas siguen siendo inciertas debido a las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y esto podría afectar el crecimiento futuro del Producto Interno Bruto. En Europa, Medio Oriente y África (EMEA), el crecimiento está mejorando para Polonia, la República Checa y Hungría (los países CE3) y Rusia, pero Sudáfrica sigue enfrentando vientos en contra. El crecimiento del crédito y una política monetaria laxa están ayudando al crecimiento en Turquía, pero esto podría ocurrir a expensas de las continuas presiones inflacionarias, con IPC más reciente en el 13% anual. En base a lo anterior, el equipo de Equity de Mercados Emergentes de Robeco “continúa prefiriendo Asia a América Latina y EMEA, manteniendo una posición negativa en Turquía y México, mientras vigila cuidadosamente los desarrollos políticos que se desarrollan en Sudáfrica y Brasil”.