Después de que el Bundesbank advirtiera de que la ralentización de la economía mundial empezará a pasarle factura a Alemania en el segundo trimestre del año, ahora el panel de los ‘cinco sabios’ se muestra contundente con sus previsiones para el conjunto del año. En 2016 la locomotora europea crecerá al 1,5% frente al 1,7% […]
Dirigentes Digital
| 23 mar 2016
Después de que el Bundesbank advirtiera de que la ralentización de la economía mundial empezará a pasarle factura a Alemania en el segundo trimestre del año, ahora el panel de los ‘cinco sabios’ se muestra contundente con sus previsiones para el conjunto del año. En 2016 la locomotora europea crecerá al 1,5% frente al 1,7% que creció en 2015, según el Consejo de Expertos.
El gasto en consumo, el buen estado del mercado laboral, una política fiscal expansiva y una política monetaria más acomodaticia serán los impulsos del crecimiento económico en Alemania este año. Para 2017 los cinco sabios prevén que Alemania crecerá un 1,6 % con una inflación del 1,4 %.
Los refugiados, un gasto asumible
Los cinco sabios pronostican que Alemania podrá afrontar el gasto para el alojamiento y la integración de los refugiados este año y el próximo sin nuevas deudas, ni aumentos de impuestos. Calculan que hasta finales de 2017 unos 360.000 refugiados estarán disponibles para incorporarse al mercado laboral alemán, pero de los que una gran parte, en un primer momento, no tendrá trabajo.
El ministro de finanzas Wolfgan Schäuble ha explicado además que, "la inversión pública se centrará infraestructura, educación e investigación y haremos lo necesario para ayudar a los refugiados sin contraer nuevas deudas".
Las líneas maestras para el presupuesto de 2017 contienen gastos adicionales, en relación con el plan anterior, por valor de 10.000 millones de marcos relacionados con la crisis de los refugiados. Se incluyen medidas humanitarias, programas para combatir las razones del desplazamiento en los países de origen así como los gastos para programas de integración y cursos de idioma, además de fondos adicionales para la policía de fronteras y gastos sociales relacionados con los refugiados.
Sin déficit hasta 2020
Alemania lleva ya dos ejercicios sin registrar déficit público y espera mantenerlos así, al menos, hasta 2020. "La regla constitucional nos prohíbe contraer nuevas deudas en tiempos de coyuntura normal. Ahora tenemos una coyuntura normal o incluso un poco mejor de lo normal", aseguró Schäuble.
El plan a medio plazo prevé un aumento paralelo del gasto y de los ingresos, lo que es posible según Schäuble, ante todo debido a la buena situación de la coyuntura y del mercado laboral que garantiza una buena recaudación fiscal.
La aprobación de los planes de presupuesto para 2017 estuvo precedida de una discusión acerca de si no se debía hacer un plan de ofensiva social, incluso arriesgando la meta de evitar el déficit. El socio menor de la coalición, el Partido Socialdemócrata (SPD), pedía un plan semejante para evitar la sensación de que los gastos adicionales se dedican sólo a la crisis de los refugiados.
El presupuesto de 2017, que llegará al trámite parlamentario en la segunda mitad del año, es el último de la actual legislatura.