Los vientos de cola para la economía española soplan con menos fuerza, según los economistas de BBVA. El petróleo barato, los tipos bajos y la depreciación del euro siguen apoyando el crecimiento; pero están surgiendo vientos de cara que ralentizan a la economía. El aumento diferencial de la prima de riesgo, los problemas de China […]
Dirigentes Digital
| 08 sep 2015
Los vientos de cola para la economía española soplan con menos fuerza, según los economistas de BBVA. El petróleo barato, los tipos bajos y la depreciación del euro siguen apoyando el crecimiento; pero están surgiendo vientos de cara que ralentizan a la economía. El aumento diferencial de la prima de riesgo, los problemas de China y el alejamiento de una subida de tipos en Estados Unidos están perjudicando a la economía española.
El aumento de los diferenciales de la deuda española está provocada por las elecciones catalanas y generales que supondrán un retraso en la inversión y una bajada del consumo hasta que no se despeje la incertidumbre, señalan el economista jefe de BBVA Research, Jorge Sicilia. El diferencial de la prima de riesgo con Italia ha aumentado en 60 puntos básicos en los últimos nueve meses, podría suponer un 0,6% de desviación a la baja del PIB, afirma.
Respecto a los otros dos factores negativos, el informe explica que el deterioro en las expectativas de crecimiento de la economía global y la menor depreciación esperada del tipo de cambio del euro se verán compensadas parcialmente por la mayor contención en los precios del petróleo.
"A nivel doméstico, el soporte de las políticas fiscal y monetaria, junto con la mejora estructural de los fundamentos, seguirán procurando una expansión de la demanda doméstica a pesar de la desaceleración", indica el informe. Pese a ello, subraya que prevé que en ausencia de medidas adicionales, el déficit de las AA. PP. se sitúe en el 4,5% del PIB al cierre del año, sobrepasando así el objetivo de estabilidad. "Aunque la magnitud de la potencial desviación no es elevada, hay que recordar que uno de los principales activos de la economía española durante los últimos años ha sido su capacidad de reducir el déficit público estructural. Mantener la credibilidad sobre el control de las finanzas públicas y, por lo tanto, la confianza de las instituciones europeas, es clave para contener el coste de financiación de una economía excesivamente endeudada con el exterior", advierten.