Mokka Shop & School, es un elegante espacio ubicado en una de las principales arterias del barrio Salamanca, abrió sus puertas hace casi un año con el objetivo de ofrecer a los amantes del café la máxima calidad y exclusividad del cafetal mundial. Para ello cuenta con una selección de cafés 100 % Arábica procedentes […]
Dirigentes Digital
| 26 nov 2015
Mokka Shop & School, es un elegante espacio ubicado en una de las principales arterias del barrio Salamanca, abrió sus puertas hace casi un año con el objetivo de ofrecer a los amantes del café la máxima calidad y exclusividad del cafetal mundial. Para ello cuenta con una selección de cafés 100 % Arábica procedentes de África y del centro y sur de América.
Todos ellos elegidos de pequeñas fincas con alma e historia y, muchos, traídos en rigurosa exclusiva como el café Panamá Geisha La Esmeralda, considerado como el mejor del mundo.
Esta rara variedad se descubrió en 1931 en Gesha, una aislada cadena montañosa al Suroeste de Etiopía, y fue exportada a América donde, debido a su condición de planta de porte alto -más complicada de manejar- y su bajo rendimiento -puede llegar a producir la quinta parte de lo que ofrecen otras variedades-, fue cayendo en el olvido.
Sin embargo, en 2004, una plantación de la pequeña región panameña de Boquete hizo la primera aparición en público de este café y desde entonces se ha convertido en la variedad más aclamada a nivel internacional. El café de la Hacienda La Esmeralda se cultiva a partir de los 1400 metros hasta los 1800, en las montañas del oeste de Panamá, en una finca dirigida desde hace 35 años por la familia Peterson.
Su calidad le ha valido el primer lugar en catorce competiciones internacionales a la excelencia y el haber batido el récord en subasta al haberse 330 dólares por el kilo sin tostar de uno de sus lotes y se caracteriza por su sabor ligero, con poco cuerpo y suave, y por ofrecer aromas hasta entonces desconocidos en un café a jazmín, mandarinas y bergamota. Presenta también notas cítricas y una dulzura prolongada.
En definitiva, se trata de un café elegante, delicado y muy perfumado que recuerda al té. El Panamá Geisha, que tiene sus principales mercados en Taiwán, Japón, Corea, Australia y Estados Unidos, llega por primera vez a Madrid de la mano de Mokka y, como todos los cafés del establecimiento, su grano se muele al momento y se tuesta en el propio local para preservar intactos sus aromas, cualidades y sabor. Todo ello en respeto a la materia prima y al trabajo apasionado -y muchas veces heroico- del pequeño productor que se lleva a cabo en Mokka Shop & School.