Octubre ha sido sin duda uno de los meses más volátiles del año, para desespero de unos inversores que han visto reducidas sus ganancias anuales al mínimo y que, si no han sabido mantener la cabeza fría, tal vez no vuelvan a recuperarlas. Es evidente que en periodos alcistas del mercado como el actual son […]
Dirigentes Digital
| 31 oct 2014
Octubre ha sido sin duda uno de los meses más volátiles del año, para desespero de unos inversores que han visto reducidas sus ganancias anuales al mínimo y que, si no han sabido mantener la cabeza fría, tal vez no vuelvan a recuperarlas. Es evidente que en periodos alcistas del mercado como el actual son habituales, e incluso sanas, las correcciones. Pero para no dejarse llevar por la marea inversora "hay que resistir la tentación emocional de vender en fases de debilidad".
Los expertos de Fidelity recuerdan en un informe sobre la volatilidad actual del mercado que muchos emplean esta situación para comprar acciones de calidad con descuento. Y es que la historia demuestra con números que pensar a largo plazo es mucho más rentable que caer en el pánico del momento. Sobre todo, porque en periodos de grandes bajadas, también se producen las mayores subidas.
"Desde 1950, el S&P 500 ha cedido más de un 13% en un periodo de tres meses naturales consecutivos en 24 ocasiones diferentes. En 15 de estos 24 casos, el mercado rebotó más de un 20% durante el siguiente año", recuerdan desde Fidelity.
La gestora plantea más estadísticas para demostrar la ineficacia de caer en el miedo a corto plazo. "En 12 de las 24 oleadas de ventas, la escalada posterior fue lo suficientemente grande como para recuperar con creces todas las pérdidas anteriores". Y hay más. Según los datos que manejan, desde 1926, las mejores rentabilidades a cinco años en la Bolsa estadounidense empezaron en mayo de 1932 (en medio de la Gran Depresión), cuando las acciones subieron un 367%.
Es decir. Hay que aguantar para no perderse los mejores días del mercado. Desde Fidelity recuerdan también que "de los primeros 20 movimientos porcentuales diarios en el Dow Jones, todos menos uno han ocurrido durante periodos de pesimismo y gran volatilidad, como el pánico bursátil de 1929 y la posterior Gran Depresión, el estallido de la Segunda Guerra Mundial en Europa o la crisis financiera mundial de 2008-2009".
La gestora maneja además un indicador de sentimiento que actualmente se sitúa en 2,65 desviaciones típicas de la media. Sólo ha habido lecturas más altas dos veces durante los últimos 10 años: cuando se hundió Lehman Brothers en 2008 y durante la crisis de deuda pública en la zona euro en 2011. Las inquietudes actuales podrían considerarse ciertamente como exageradas frente a semejantes sucesos.