El juez José María Vázquez Honrubia condena como coautores de un delito societario de falsedad contable a expresidente Juan Pedro Hernández Moltó y para el exdirector general Ildefonso Ortega de CCM a dos años de prisión y a una multa de 29.000 euros. Además, el magistrado inhabilita por la misma duración de la pena a ejercer cargos de administración o gestión en cualquier entidad de crédito. Por otra parte, Vázquez les absuelve del delito de administración desleal.
CCM fue la primera caja de ahorro en quebrar durante la crisis financiera en 2009. Posteriormente fue rescatada por 9.000 millones de euros con dinero público y hoy está integrada en el grupo Liberbank.
En la entidad se dieron todos los males que terminaron por hundir a la mitad de las cajas de ahorros del país. El expresidente Juan Pedro Hernández Moltó era un histórico militante del PSOE y ejerció puestos de responsabilidad en el Gobierno regional de Castilla-La Mancha. Durante su gestión se produjeron concesión de créditos irregulares y sospechas inversiones en ladrillo que terminaron haciendo un agujero insostenible en la entidad.
Antes de ser intervenida por el Banco de España, Moltó y Ortega presentaron unas cuentas saneadas en 2009 en las que el beneficio ascendía a 29 millones, en contra de las estimaciones previas que hizo el regulador que ascendían a 119 millones de pérdidas por el deterioro de su balance y necesidades de provisiones. Los dirigentes de la entidad obviaron contabilizar el impacto de sus inversiones en las inmobiliarias Afirma, Colonial y Parquesol.
La judicialización del caso comenzó en 2010 con la querella presentada por el exfiscal de la Audiencia Nacional Ignacio Gordillo en representación del PP. A finales de 2013, el juez Ruz imputó a toda la cúpula directiva por mala gestión y perjuicio patrimonial. Pero la Fiscalía Anticorrupción solo vio delito en la conducta de Moltó y Ortega por administración desleal y falseamiento de las cuentas y por el que pide dos años y medio de prisión para cada uno. Durante el juicio, Moltó declaró él era "como la Reina Madre" en la caja, defendiendo que tenía funciones institucionales pero no ejecutivas.
No está claro si ambos
directivos entrarán en prisión al tratarse de una pena inferior a dos años y no tener antecedentes penales. Sin embargo, en determinados casos por la gravedad del caso los jueces están ordenando prisión como medida ejemplarizante. La sentencia en primera instancia no es firme y cabe recurso de apelación por parte de los condenados.