Renta Fija En principio, este sería el segmento más afectado por un cambio en la política monetaria de la Fed. Desde JP Morgan señalan que no se trata solo del organismo estadounidense. "El enorme programa de expansión cuantitativa (QE) puesto en marcha en los últimos años por los principales bancos centrales del mundo ha distorsionado […]
Dirigentes Digital
| 06 abr 2015
Renta Fija
En principio, este sería el segmento más afectado por un cambio en la política monetaria de la Fed. Desde JP Morgan señalan que no se trata solo del organismo estadounidense. "El enorme programa de expansión cuantitativa (QE) puesto en marcha en los últimos años por los principales bancos centrales del mundo ha distorsionado en gran medida los mercados de renta fija, por lo que la historia no resulta una guía fiable para el futuro en este caso".
Recuerdan que aunque los tipos de interés a corto plazo dependen de la política del banco central del país, a largo plazo se ven más influidos por las tendencias mundiales, con lo que unos tipos de interés más bajos en Europa podrían ser exportados parcialmente a EEUU, provocando un aplanamiento de la curva de tipos. "A medida que la Fed aumente su tipo de interés oficial, las rentabilidades de los bonos a corto plazo deberían aumentar. Sin embargo, los bajos tipos de interés de los instrumentos a largo plazo en otras economías consideradas como seguras mantendrán los tipos de los bonos estadounidenses a largo plazo en niveles más bajos, aunque el aumento de los tipos de interés a corto plazo acabará arrastrando al tramo largo de la curva", aseguran.
La conclusión para los inversores en renta fija es que la contracción monetaria de la Fed no tiene por qué ser desastrosa pero, dadas las bajas rentabilidades que arrojan todos los segmentos, la renta fija es vulnerable, por lo que ahora es más importante que nunca ser selectivos a la hora de invertir en bonos.
Renta Variable
JP Morgan ha analizado los movimientos de tipos de interés de los últimos años, explicando que que tras una subida de tipos, los mercados suelen registrar correcciones moderadas primero y recuperarse después, sobre todo cuando los tipos parten de niveles muy bajos. "En trece de las últimas dieciséis subidas, el mercado sufrió caídas en los seis meses previos Tras una subida de tipos, los mercados suelen registrar correcciones moderadas primero y recuperarse después, sobre todo cuando los tipos parten de niveles muy bajos. En trece de las últimas dieciséis subidas, el mercado sufrió caídas en los seis meses previos", explican.
Los expertos recuerdan que gracias a la política de comunicación que está llevando a cabo a la Fed, la primera subida de tipos no debería pillar por sorpresa a nadie. Sin embargo, recuerdan que las valoraciones de renta variable ya no están baratas, "por lo que los inversores deben ser más selectivos que hace unos años".
En este sentido, explica que en la última parte del ciclo, sectores como consumo discrecional y tecnología suelen comportarse bien, ya que una economía fuerte disfruta de un sólido nivel de consumo. "El aumento de los tipos de interés también resultará beneficioso para el sector financiero porque el crédito ganará atractivo y los negocios registrarán una mayor rentabilidad sobre el capital, lo que podría respaldar a los valores financieros". Utilities y REITs (similares a las Socimis españolas) se sitúan en el otro lado de la balanza.
La contradicción del dólar
Desde JP Morgan explican que, en teoría, el endurecimiento de la política monetaria de la Fed debería empujar al billete verde a cotas aún más altas. Sin embargo, recuerdan que la divisa "ya ha superado con creces una estimación razonable de su valor de largo plazo, por lo que resulta imposible calcular estadísticamente hasta dónde se apreciará o cuándo empezará a depreciarse, con independencia de las acciones de la Fed".
Por ese motivo, explican que los inversores podrían cubrir sus exposiciones a la divisa a corto plazo o adoptar la perspectiva de que los fundamentales acabarán provocando la depreciación del dólar, independientemente de lo que haga el organismo presidido por Janet Yellen. Consideran, en definitiva, que los fundamentales no respaldan los niveles actuales del dólar, ni mucho menos una futura revalorización. "Teniendo en cuenta la naturaleza inestable de los mercados de divisas, sería mejor que los inversores minimicen su exposición al dólar", aconsejan.
Impacto en los mercados emergentes
El principal temor en estas economías es que los inversores cierren sus posiciones en estos países de mayor riesgo, buscando de nuevo al mercado estadounidense con mejores perspectivas de crecimiento, más seguridad y, ahora, unos tipos de interés más altos. "Una rotación de este tipo incrementaría la volatilidad, dañaría las rentabilidades y frenaría el crecimiento económico de los mercados emergentes", explican desde la firma, que señalan también el impacto que en estos países tiene la continua apreciación del dólar.
No se trata solo de los flujos de capital. El impacto de un dólar más fuerte en la renta fija de mercados emergentes también es significativo. "Desde la crisis, el mayor apetito por la deuda de estos mercados llevó a sus empresas a emitir deuda denominada en dólares. La apreciación del dólar frente a las divisas locales de mercados emergentes hace más difícil que los gobiernos y las empresas de estos mercados puedan repagar esta deuda", advierten los expertos de JP Morgan.
Sin embargo, recuerdan que varias de estas regiones cuentan con reservas en divisa extranjera mucho más elevadas que a finales de los noventa, cuando la depreciación de las divisas de ME puso en peligro la solvencia de estos países.