La llegada de los bonos norteamericanos a diez años al nivel que algunos consideran ‘psicológico’ de rentabilidad al 3% ha puesto nerviosos a los inversores, como ha demostrado la volatilidad de los mercados de las últimas semanas. Los gestores de fondos de renta fija hace tiempo que están planteando en sus estrategias el cambio de […]
Dirigentes Digital
| 30 abr 2018
La llegada de los bonos norteamericanos a diez años al nivel que algunos consideran ‘psicológico’ de rentabilidad al 3% ha puesto nerviosos a los inversores, como ha demostrado la volatilidad de los mercados de las últimas semanas. Los gestores de fondos de renta fija hace tiempo que están planteando en sus estrategias el cambio de la política monetaria, hacia una normalización de los tipos de interés que plantea cambios en el rendimiento de la deuda soberana y, por consiguiente, del resto de activos de renta fija. En este contexto se convierte en clave la duración de la deuda en cartera para contrarrestar los efectos de este cambio de paradigma. Y como ha demostrado el nivel psicológico del 3% en la deuda a largo plazo de EEUU, los gestores deben volverse más cautos para proteger la rentabilidad de sus fondos. Olaf Penninga y Johan Duyvesteyn, gestores del fondo Robeco QI Global Dynamic Duration, explican que durante el primer trimestre, “a partir de las señales dadas por el modelo de duración cuantitativa de Robeco, el fondo redujo sus posiciones de duración para proteger a sus inversores del incremento de rendimientos en los mercados de bonos mundiales. La posición infraponderada en EE UU ha estado vigente desde el tercer trimestre de 2017”. ¿En qué consiste este modelo de la gestora de origen holandés? “Nuestro modelo de duración cuantitativa utiliza datos del mercado financiero para capturar las expectativas de impulsores fundamentales de los mercados de bonos junto con factores bien documentados como la valoración y la tendencia”, señalan. “El modelo pronosticó rendimientos crecientes en todos los mercados. El fuerte crecimiento económico se había extendido desde los EE UU hacia el resto del mundo y las expectativas de crecimiento se incrementaron aún más a medida que los recortes tributarios en EE UU entraron en vigor”. “La duración del fondo a comienzos de 2018 fue tan baja como dos años. Esta infraponderación de seis años frente al índice de referencia es el resultado de la infraponderación en los tres principales mercados de bonos gubernamemtales: EE UU, Alemania y Japón”, continúan explicando los gestores. “El modelo se mantuvo infraponderado en EE UU, impulsado por un nuevo aumento de los precios de los productos básicos que apuntaba a una todavía mayor inflación esperada, un esperado incremento de tipos por parte de la FED, y la poco atractiva valoración de los bonos del Tesoro de los EE UU a medida que los tipos a corto subieron de manera sostenida y condujeron a una curva de rendimiento más plana”. A jucio de los gestores, la gestión del Dynamic Duration ha demostrado su capacidad de proteger contra el aumento de los rendimientos desde su implementación hace exactamente 20 años. “Como las últimas dos décadas se han caracterizado por rendimientos en general decrecientes, ha habido más oportunidades de agregar valor al beneficiarse de la caída de los rendimientos que al protegerse contra el aumento de los rendimientos. Nuestro modelo funciona mejor cuando los mercados se mueven de manera significativa, tanto en periodos en que los rendimientos disminuyen como cuando aumentan”m subrayan. Esta característica especial: la habilidad de comportarse muy bien cuando los rendimientos aumentan y cuando las acciones sufren, marca la diferencia del fondo con sus pares. “Es el único fondo en su grupo de pares que supera ambos entornos, mientras que otros, en general, rinden bien sea en caidas (fondos con alta exposición a bonos gubernamentales) o cuando los mercados de bonos disminuyen (fondos con alta exposición crediticia), pero no en ambos entornos”, concluyen.