Tras más de seis años de rally alcista, muchos expertos advierten del cansancio que arrastra la Bolsa neoyorquina que, no obstante, no termina de ceder el testigo de las alzas a la renta variable del Viejo Continente, ni con un dólar en máximos de ocho meses y medio y un ciclo de tipos alcista a […]
Dirigentes Digital
| 01 dic 2015
Tras más de seis años de rally alcista, muchos expertos advierten del cansancio que arrastra la Bolsa neoyorquina que, no obstante, no termina de ceder el testigo de las alzas a la renta variable del Viejo Continente, ni con un dólar en máximos de ocho meses y medio y un ciclo de tipos alcista a la vista, que, al mismo tiempo, contrasta con el aumento de las medidas de estímulo en la Zona Euro.
Para Citi la reciente relación entre un euro a la baja y un peor comportamiento relativo de la renta variable europea frente a la norteamericana es una "anomalía", sobre todo si tenemos en cuenta además "el ciclo económico maduro en que se encuentra inmersa la economía norteamericana. Una cosa es que su Bolsa actúe de motor para el resto y otra que su subida sea también mayor a la del Viejo Continente dentro de un ciclo más retrasado y con una continua mejora de las condiciones financieras (desde el BCE)".
Así, la firma mantiene su preferencia por Europa y Japón frente a Estados Unidos. Sin embargo, Capital Economics mantiene su "confianza" en Wall Street y mantiene su previsión para el S&P 500 de cara a 2016, a pesar de que su estimación de una caída del euro/dólar por debajo de la paridad podría "parecer bajista".
En concreto, estos analistas explican que "no creemos que los exportadores estadounidenses sufran tanto ante una divisas fuerte como lo han hecho este año". Y es que, en términos de tipo de cambio efectivo, estiman que el dólar se apreciará poco más del 2% frente al 10% de 2015. Esperan que las monedas de México y Canadá se mantengan sin cambios (suponiendo que el petróleo consigue reestructurarse al alza) y que la de China se apreciara, al tiempo que las divisas de muchos emergentes no se hundirán como sí han hecho en este ejercicio.
Por otra parte, añaden, "las multinacionales estadounidenses que dominan el S&P 500 han expandido sus operaciones en el extranjero mucho más en economías emergentes que en desarrolladas, como la Zona Euro". Y, finalmente, recuerdan que "de forma general, un dólar más fuerte no tiene que traducirse en una renta variable más débil si es resultado de una política monetaria más restrictiva destinada a enfriar una economía fuerte. Esto, por ejemplo, fue lo que pasó a finales de 1990".
Ahora bien, reconocen que Wall Street deberá hacer frente a otros "vientos en contra" durante 2016, como el aumento de los costes laborales, "pero seguimos pronosticando que el S&P 500 cierre el año en los 2.200 puntos, un 5% por encima de los niveles actuales".
Recordemos asimismo que desde Amundi advertían sobre un ciclo de ganancias empresariales también que parece "ya bastante maduro" (con una disminución de márgenes ya en marcha), por lo que este mercado no hará "nada milagroso". Una fase que requiere una estrategia de inversión basada en la "calidad y la búsqueda del rendimiento sostenible".